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Valdeolmos-Alalpardo

Unidos por la paloma

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A un lado Valdeolmos, con su peso en valles de olmos y en los arroyos del Calderón y el Casar; al otro Alalpardo, bautizado por árabes, señalando su tierra oscura y de labranza. No estamos presentando a dos combatientes de un ring, sino a dos poblaciones unidas por la paloma, la de la paz en forma de urbanización Miraval. Los corzos, codornices, liebres, avutardas, mirlos, conejos y un largo etc de animales que pueblan las deesas de su campiña saben de su unión desde el siglo XIX, del mismo modo en que están al tanto las zarzas, las amapolas rojas, el espino, pastizales y la abundante vegetación de ribera que enriquecen su belleza paisajística, lo que podréis constatar con el Cerro de los Olivos, la Dehesa de Zarzamora y el Encinar del Monte. Dejamos paso a un municipio que respira tranquilo en el Parque de Nuestra Señora del Rosario y en el Parque los Adobes; que habla arte y patrimonio con la iglesia de San Cristóbal, la iglesia de la Inmaculada Concepción y la Casa de Cultura de Alalpardo; que se moja en el Antiguo Lavadero y en la Fuente de San Sebastián; y que festeja a lo grande con la Fiesta de San Isidro, la Fiesta de Santa Águeda y en la Fiesta de la Virgen del Rosario.

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