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Boborás

Esplendor en piedra

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Pazos y escudos a mansalva, puentes medievales, iglesias románicas… huellas en piedra del esplendor pasado que se mantiene en el tiempo. Y media docena de rutas de senderismo para descubrir su riqueza, la patrimonial pero también la paisajística, de este municipio ourensano bañado por los ríos Arenteiro y Avia, los más importantes de la comarca de O Carballiño.

Declarado conjunto histórico-artístico en 1973, la aldea de Pazos de Arenteiro permite al visitante trasladarse a una época pretérita con sus calles empedradas y sus construcciones nobiliarias, que lucen orgullosas sus escudos de armas, emplazadas todas alrededor de un antiguo convento de la Orden de Malta. Un ejemplo bien conservado de arquitectura civil, con sus múltiples pazos y la iglesia románica de San Salvador, rodeadas de viñedos que preservan su entorno. Una auténtica delicia.

Pero repartidos por sus 14 parroquias, Boborás cuenta con múltiples reclamos para el visitante. En arquitectura religiosa sobresalen la monumental San Xulián de Astureses, erigida por la orden del Temple, y la iglesia parroquial de Cameixa, las pilas de agua bendita de Santa María de Xuvencos, San Miguel de Albarellos y su espadaña barroca o el Santuario de Saleta y su tradicional romería. Merecen detenerse construcciones singulares como Ponte de Castro Cavadoso, los pazos de Moldes y Cameixa, la antigua cárcel de Distriz, completamente de piedra, o las Adegas medievales de Tombelo. Y en la parroquia de Brués están sus aguas termales a 27 grados, no explotadas comercialmente pero recomendadas para las dolencias del aparato digestivo y las enfermedades de la piel; la ruta de las minas de oro y la Ponte das Poldras, construida con restos del antiguo castillo de Orcellón. Y múltiples capillas, cruceros, molinos o fuentes repartidos por sus casi 100 kilómetros cuadrados de extensión.

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