REDACCIÓN GUÍA REPSOL (@GuiaRepsol)
1. Monasterio de Poblet, Tarragona
A los pies de la sierra de Prades, rodeado de impresionantes bosques y viñedos, se levanta este monasterio cisterciense, uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa de Catalunya y también de Europa. Su tamaño nos impresiona desde lo lejos, ya que la carretera que nos lleva hasta Poblet nos va descubriendo poco a poco su perfil.
Tenemos dos posibilidades de alojamiento aquí. Una de ellas está solo disponible para hombres ya que supone hospedarse en el interior del recinto monástico, junto a la comunidad de religiosos que viven en él de forma habitual. La estancia máxima es de una semana y se abona la voluntad. La otra posibilidad es alojarse en la hospedería externa, construida en el año 2010 en el lugar donde antiguamente se encontraba el hospital de pobres y peregrinos. Se trata de una construcción moderna, con un diseño muy cuidado donde predomina el uso de la madera y los espacios austeros. Además de hacer la visita guiada al monasterio y conocer su entorno natural, merece la pena hacer una una excursión hasta el municipio de Valls, probablemente el mejor lugar de Catalunya para comer los famosos calçots.

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