Getxo

Bienvenidos a la ría

Visto desde el Cantábrico, este municipio vizcaíno es la antesala de la ría de Bilbao, o, mejor, el amplio hall por el que se accede al Ibaizábal-Nervión. Ese emplazamiento de lujo hace que este puerto tenga algo de escaparate, obligado a mostrar la mejor cara a los visitantes de la zona. Y, ciertamente, Getxo cumple ese papel con matrícula, porque es imposible concebir un mejor decorado de bienvenida que el que dibuja el Puente Colgante de Bizkaia sobre la ría, entre el barrio de Las Arenas y Portugalete. Aunque nació con intención funcional, su bella estructura de hierro rojo se ha convertido casi en un símbolo, que hoy tiene la consideración de Patrimonio de la Humanidad.

Pero antes de toparse con esa visión, el visitante que llegue desde el mar se encontrará con dos puertos que, de alguna forma, representan el pasado y el futuro de Getxo. El Puerto Viejo, con sus pequeñas casas encaladas, es el bello testigo de su herencia pesquera y el origen del barrio de Algorta, que, además de ser una buena zona para ir de pintxos, acoge las iglesias de la Santísima Trinidad y de San Nicolás de Bari y el Palacio Consistorial. Cerca de él, el Puerto Deportivo supone la apuesta de futuro, con la posibilidad de alquilar embarcaciones y ofertas de ocio como el moderno Aquarium.

El escaparate litoral de Getxo se adorna también con una serie de arenales con carácter, lo que en esta tierra equivale a decir un aspecto singular. Abruptos acantilados proporcionan unas espectaculares vistas y protegen a las playas de Gorrondatxe-Azkorri y Barinatxe-La Salvaje, ambas con un oleaje ideal para la práctica del surf. La oferta costera se completa con la impresionante ruta por los acantilados de La Galea, que ofrece los mejores miradores al Cantábrico y el muelle de Bilbao y acerca al visitante al patrimonio escondido en el barrio de Santa María de Getxo: la Iglesia de Andra Mari –en torno a la cual fue creciendo el pueblo–, el molino de Aixerrota, las ruinas del Fuerte de La Galea y el faro. Al sur de este paraje, en el casco del municipio, aún aguarda la sorpresa de la avenida de Zugazarte, convertida en el 'Paseo de las Grandes Villas'. Paneles informativos aportan detalles sobre las mansiones de estilo inglés que siembran la avenida, como la Casa Cisco y el Palacio Kaialde, valiosa herencia patrimonial de la alta burguesía de Vizcaya que pasaba sus veranos en el municipio. De nuevo, cara al mar o en el interior, Getxo se muestra como un eterno escaparate de belleza vasca.

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