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Viana de Duero

Un oasis de paz dedicado a San Bartolomé

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Que en un pueblo de menos de 60 habitantes como Viana de Duero sea posible encontrar una valiosa muestra de arte como la iglesia de San Bartolomé dice mucho de la grandeza de Castilla. Una inscripción con la fecha de 1239 en el ábside sugiere que fue entonces cuando se puso su primera piedra, en tiempos del románico. Los expertos ven clara la influencia del cercano monasterio de Santa María de Huerta. El aspecto que presenta en la actualidad difiere notablemente del original: a lo largo de los tiempos ha sido sometida a diversas ampliaciones y remodelaciones que le confieren un acabado perfecto. La últimas obras de mejora y recuperación se llevaron a cabo en 2014. A la entrada, su tranquilo jardín con fuente y bancos con bajorrelieves es un remanso de paz.

Sosiego es también lo que encontrará en el resto de la localidad y en sus alrededores: la comarca de Almazán es idónea para la práctica del senderismo. Al otro lado de la carretera se encuentra la vecina Moñux, que alberga la famosa Torre de Moñux, del siglo XIV, enclave estratégico durante la guerra que enfrentó a castellanos y aragoneses en el XV.

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