Rutas de las termas
En Orense, pozas gratuitas y spas económicos ofrecen este placer natural todo el año. Hay quienes ven en el nombre de Ourense un reflejo del oro que supuestamente brillaba hace 2.000 años en las arenas del Miño y se imaginan a los romanos bateando junto a la Ponte Vella, un coloso de piedra de 370 metros, con un arco central de 43. Lo más probable, sin embargo, es que no hubiera tanto oro y que el único gran tesoro que atrajo e hizo asentarse aquí a los romanos fueran las fuentes termales que manaban, y aún manan, por doquier. Si algo apreciaban los romanos, casi más que el oro, era un baño caliente.
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