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Qué ver en Málaga en dos días

La ciudad de los museos

Actualizado: 30/04/2016

Málaga es famosa por su sol, por sus playas y por ser la cuna de Pablo Picasso. Pero aquí hay también hay un museo para cada día del mes (o casi), diez maneras de pedir el café y cien especies diferentes de palmeras. Un puerto espectacular y un centro peatonal de lujo, enlosado con mármol. Y para comer, pescaíto frito en un barrio marinero o tapas contemporáneas en el centro.

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Itinerario para visitar Málaga en 2 días

Primera mañana: Cita con Picasso

10.00El museo más importante

En Málaga hay 29 museos, pero el más llamativo y el que todo el mundo desea visitar primero es el Museo Picasso. El palacio de Buenavista, un magnífico ejemplo de la arquitectura andaluza del siglo XVI donde se mezclan elementos renacentistas y mudéjares, aloja la colección permanente formada por 233 obras de Picasso (más 43 cedidas a largo plazo) e importantes exposiciones temporales, habitualmente (pero no siempre) vinculadas a la obra del genio malagueño y de su tiempo. Desde su apertura, en 1993, lo han visitado más de 350.000 personas cada año. Para evitar colas, es aconsejable reservar on line.

11.30En casa del genio

Al salir del Museo Picasso, subimos hacia la plaza de la Merced por las calles San Agustín y Granada. Por el camino, hacemos un alto en una tienda de las de antes, de las que ya no quedan: 'Ultramarinos Zoilo'. Es un buen lugar para comprar vino de Málaga, dulces típicos y embutidos: caña de lomo, salchichón, morcilla, morcón… Para llevar o, por qué no, para hacerse un bocadillo in situ.

El Museo Picasso Málaga protagonista del casco histórico de la ciudad. Foto: David Heald.
El Museo Picasso Málaga protagonista del casco histórico de la ciudad. Foto: David Heald.

El 25 de octubre de 1881, en la primera planta del actual número 15 de la plaza de la Merced, nació Pablo Ruiz Picasso. Paseando por las estancias de la Casa Natal de Picasso vemos, además de curiosos recuerdos familiares, numerosas obras del artista. Lo que más nos llama la atención son los borradores del famoso cuadro Las señoritas de Avignon. Pero tampoco nos pasa inadvertida La Suite de los Saltimbanquis, un cuaderno con todos sus grabados realizados entre 1904 y 1906.

En esta casa, Picasso vivió con su padre, ayudante de dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Málaga y su primera gran influencia, así como con su madre y sus hermanas. Y se dice que hizo sus primeros garabatos sentado en la arena de esta misma plaza de la Merced. Él, que siempre reivindicó su origen andaluz y su afición al flamenco y a los toros, pintó su primer cuadro muy cerca de aquí y lo tituló Vista al puerto de Málaga. Todo un homenaje a la ciudad que lo vio nacer.

Tuétano con tartar de gambas, puro arte.
Tuétano con tartar de gambas en 'La Cosmopolita', el restaurante malagueño de Daniel Carnero. Foto: Javier Sierra.

13.00Visita a la Manquita

Volvemos sobre nuestros pasos para dirigirnos, bajando toda la calle San Agustín, a La Manquita, que es como llaman a la catedral, porque estuvo 254 años en obras y todavía se quedó con la torre sur a medias. De planta basilical gótica, alzado renacentista y acabados barrocos, la mayor joya arquitectónica de la ciudad se halla en los límites de lo que fue la muralla árabe.

Primera tarde: Entre moros y romanos

14.00Ajoblanco, Larios y diez cafés

A 150 metros de la catedral está 'El Chinitas'. El nombre de este restaurante es un homenaje al teatrillo o café cantante que hubo hasta 1937 dos calles más arriba, famoso por sus espectáculos flamencos, sus escándalos y los versos de Lorca: "En el Café de Chinitas / dijo Paquiro a su hermano: / Soy más valiente que tú, / más torero y más gitano". Es un típico entre los típicos, tanto por su arquitectura, como por su decoración y, claro está, por su carta: ajoblanco con pasas de Málaga, tortillitas de camarones, fritura malagueña…

La Plaza de la Merced, a un paso de los apartamentos.
La plaza de la Merced es uno de los lugares con más historia de Málaga. Foto: Jorge Ogalla.

Por Moreno Monroy salimos, después de comer, a Marqués de Larios, la principal y más elegante calle comercial de la ciudad, entoldada en verano y solada con mármol, como toda la parte peatonal. Marqués de Larios arriba, en la plaza de la Constitución, nos espera el centenario 'Café Central'. Un panel de azulejos en su interior nos enseña las diez formas posibles que hay en Málaga de pedir un café, que son, de más a menos cargado: solo, largo, semilargo, solo corto, mitad, entrecorto, corto, sombra, nube y "no me lo ponga" (un vaso vacío).

16.00Teatro Romano

Las calles Santa María y Císter llevan, en un paseo de cinco minutos, a la de Alcazabilla. Aquí, al pie de la Alcazaba, se encuentra el Teatro Romano. Este teatro, que funcionó como tal hasta el siglo III y luego fue usado como cantera por los moros, permaneció sepultado hasta 1951, cuando se descubrió al hacer unas obras. Hoy pueden admirarse la galería de entrada al proscenium o escenario, parte de la orchestra, el vomitorium o puertas de acceso a las gradas y la cávea, donde otros se sentaron hace 2.000 años a disfrutar de una obra de Plauto o Terencio, igual que hoy hacemos nosotros para gozar de esta obra histórica.

El antiguo edificio de la Tabacalera alberga los tesoros de la pintura rusa. Foto: Área de Turismo del Ayuntamiento de Málaga.
El antiguo edificio de la Tabacalera alberga los tesoros de la pintura rusa. Foto: Área de Turismo del Ayuntamiento de Málaga.

18.00Tarde de oro en la Alcazaba

Con solo andar unos metros, pasamos del último vestigio de la época romana a una próspera medina andalusí. Estamos en la Alcazaba, una fortificación construida estratégicamente en la falda del monte Gibralfaro y que es visible desde casi toda la ciudad. Esta joya de la arquitectura árabe es la obra militar musulmana más importante conservada en España. Pero ese carácter militar no le resta belleza a sus estancias y jardines. Por allí pasaron desde emires árabes hasta los Reyes Católicos y algunos de sus descendientes. Desde sus torres y murallas se disfruta de una soberbia vista de Málaga, sobre todo a esta hora en que el sol se pone justo por detrás de la ciudad, bañándola en oro.

El carácter militar de la Alcazaba no le resta belleza. Por allí pasaron desde emires árabes hasta los Reyes Católicos

20.30Cenas para todos los gustos

Si somos carnívoros, iremos a 'La Reserva 12'. Si nos gusta el pescado, a 'Los Mellizos': muy rico el arroz a la marinera. Al 'Rocio Tapas y Sushi' (Recomendado Guía Repsol 2020) le han definido como "el mejor bar para comer pescado crudo". Y si queremos algo típico a rabiar, nos tomaremos unos langostinos a la plancha escuchando coplas en 'El Pimpi Florida', una tasca alegre y flamenca de la zona del El Palo donde lo normal es que no quepa ni un alfiler.

La Casa donde nació Picasso, en la plaza de la Merced, es también un museo. Foto: Shutterstock.
La Casa donde nació Picasso, en la plaza de la Merced, es también un museo. Foto: Shutterstock.

22.00Azotea o butaca

Una costumbre muy buena y muy malagueña es la de despedir el día con unos mojitos en las azoteas de los hoteles. Las terrazas más céntricas y deseadas son las del 'Room Mate Larios' y el 'AC Málaga Palacio'. Para copas a nivel de calle, se recomienda explorar la plaza Mitjana. Y para una tarde-noche cultural, consultar las carteleras del Cine Albéniz y del Teatro Cervantes. Ambos abren sus puertas al Festival de Málaga de Cine Español, que se celebra en abril, y al Festival Internacional de Jazz, en noviembre.

Segunda mañana: Arte hasta en la mesa

09.00Subida al castillo de Gibralfaro

Hoy hay que desayunar bien, que falta nos va a hacer para subir a la más impresionante atalaya de esta zona del Mediterráneo: el Castillo de Gibralfaro. Desayunar, por ejemplo, un chocolate con churros en 'Casa Aranda', el café que lleva más de 75 años matando el gusanillo mañanero de los malagueños. Y, ya con energías renovadas, al castillo. Aquí resistió El Zegrí tres meses largos el asedio de los Reyes Católicos. Podemos ascender en 25 minutos paseando por la Coracha de la Alcazaba.

Otra opción, más cómoda, es el autobús 35. Y otra, estar alojados en el 'Parador de Gibralfaro', así no hay ni que madrugar. La vista de la ciudad y la bahía es excepcional. Dentro, una curiosidad: el Pozo Airón, de 40 metros de profundidad, excavado en la roca. También es curioso el polvorín, que aloja un centro de interpretación en el que se cuenta cómo era la vida militar en el castillo.

El CAC Málaga, el decano de los museos de la ciudad. Foto: CAC Málaga.
El CAC Málaga, el decano de los museos de la ciudad. Foto: CAC Málaga.

11.30Otros tres museos

Volvemos al centro para visitar otros de los muchos museos que hay en la ciudad. Indispensable, el Museo Carmen Thyssen. Junto con el Museo Picasso, es el que más gusta a los extranjeros, porque en sus lienzos pueden ver la Andalucía del siglo XIX, la más típica, llena de bandoleros, ventas bullangueras y playas salvajes. Sin embargo, el más visitado de la ciudad, más incluso que el Picasso, es el Centro de Arte Contemporáneo, sin duda porque es uno de los mejores de España y también porque es gratuito. Si tenemos tiempo, otro museo que merece mucho la pena conocer es el Automovilístico.

14.30Pescaíto en la playa

No se puede venir a Málaga y no comer pescaíto frito y espetos de sardinas en los chiringuitos del barrio marinero de Pedregalejo. Ahí resiste 'El Morata'. Además, si el tiempo acompaña, que suele hacerlo, nos podemos dar un baño en la playa. En otro barrio tradicional, El Palo, se encuentra 'El Tintero', donde los camareros van por las mesas subastando los platos recién hechos ("¡boqueroncitos, boqueroncitos!") y se los queda el más rápido.

El Palacio de Bellavista alberga el Museo Picasso Málaga. Foto: Shutterstock.
El Palacio de Bellavista alberga el Museo Picasso Málaga. Foto: Shutterstock.

Segunda tarde: Historia en plantas y barricas

16.00El jardín tropical más bello

Cambiamos la brisa yodada del mar por el perfume de las flores del Jardín Botánico-Histórico La Concepción. A cinco kilómetros de Málaga, saliendo en dirección a Antequera y Madrid, se halla este jardín tropical, el más bello e importante de España y uno de los mejores de Europa, con más de mil especies plantadas al aire libre. Para no dispersarse, porque es mucho jardín, lo mejor es que sigamos alguno de los cinco itinerarios recomendados: Jardines Temáticos, Joyas de La Concepción, Vuelta al Mundo, Ruta de los Miradores y Ruta Forestal. El de La Concepción es un jardín botánico, sí, pero también histórico, que nos cuenta la historia de los burgueses que amasaron fortunas en la Málaga de siglo XIX y vivían como reyes en fincas como ésta, rodeados de esculturas romanas, ficus gigantescos y palmeras de cien especies.

19.30Brindis con vino de Málaga

Ahora que apuramos las últimas horas en Málaga, proponemos un brindis a su salud. No hay mejor lugar para hacerlo que la 'Antigua Casa del Guardia'. Desde 1840 lleva abierta esta taberna por la que han pasado la reina Isabel II, Gregorio Marañón, Antonio Gala y media España. Es la otra catedral de Málaga y, para muchos, la primera. Catedral del vino que se expone a la veneración de los parroquianos en cubas que, por su aspecto, debieron de llegar con los barcos fenicios que fundaron Malaka 2.800 años ha. Hay que pedirse un vino de Málaga, ya sea un moscatel, un pajarete o un Pedro Ximénez. Y si es hora de tomar un piscolabis, acompañarlo con marisco. Y si es domingo, con nada, porque esta catedral el día del Señor está cerrada.

El arroz de 'El Chinitas', un acierto seguro en Málaga. Foto: Facebook 'El Chinitas'.
El arroz de 'El Chinitas', un acierto seguro en Málaga. Foto: Facebook 'El Chinitas'.

21.00Cocina creativa en el Muelle Uno

Como en la variedad está el gusto, pocos gustos mayores que ir de la Antigua Casa de Guarda al restaurante 'José Carlos García' (2 Soles Guía Repsol 2020), que es de lo más creativo y exclusivo, con sus seis mesas en mitad del reluciente complejo Muelle Uno, entre yates, tiendas de moda y terrazas, donde luego, tomando copas, se está mejor que bien. Otra alternativa es 'La Cosmopolita' (1 Sol Guía Repsol 2020), donde Daniel Carneno nos propone un taberneo total. La noche perfecta acaba andando en buena compañía hacia la playa de La Malagueta o, en dirección contraria, hacia el Palmeral de las Sorpresas, el paseo que bordea el puerto bajo una pérgola fantástica, como el esqueleto de una gigantesca serpiente marina.

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