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Santiago del Teide

Una localidad de película

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En Santiago del Teide se produjo el último proceso volcánico que hubo en la isla. De aquel suceso queda latente la increíble zona de la Reserva Natural Especial del Chinyero, que junto a los restos eruptivos conserva unas increíbles vistas. Asimismo, mantiene intacta, como si el turismo no hubiera llegado aún a la isla, la playa Barranco Seco, un espacio natural al que se accede a través de una senda entre montañas. Luego, existe un servicio donde un barco, si se contrata, puede recoger a quien lo deseé desde ese punto marítimo y regresar a su lugar de procedencia. Además, Santiago del Teide cuenta con los acantilados de los gigantes. Una zona cercana al océano Atlántico que demuestra la ‘lucha’ constante entre el mar y la tierra, generando unos contornos únicos y asombrosos. Tal es así que lejos de esa zona recortada se ha instalado el mirador Archipenque, unas instalaciones desde las que se puede disfrutar plenamente de las vistas tan impresionantes: desde las viviendas construidas en desnivel hasta el acantilado de los Gigantes.
La historia del lugar se puede encontrar en el Museo Etnográfico Cha Domitila, que muestra las costumbres aborígenes y la cerámica propia de toda esta zona, en una casa típica del lugar con un bello patio interior.