Es un típico molino de viento harinero propio de la comarca de la Marina Alta, de mitad del siglo XIX. Ocupa el extremo más occidental de la zona arqueológica de Baños de la Reina. El edificio cilíndrico y aislado del suelo está construido con piedra viva trabajada y trabada con abundante mortero de cal, configurando un grueso muro.
La puerta adintelada y realizada con sillares de piedra tosca daba acceso a la planta baja, desde donde arrancaba una escalera con 17 peldaños que conducían al piso superior -donde se ubicaba la maquinaria y una pequeña habitación-.
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