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Plaza Mayor de Graus

Graus, Huesca

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Nuestra mirada recorre la Plaza Mayor de Graus como si hiciésemos una fotografía panorámica, a 360º. La observamos una y otra vez, es tan hermosa que no se puede apartar la vista de ella. Sopesamos cuántas fotografías nos saldrán, multitud. Cada rincón, cada fachada, cada detalle nos cautiva. Es una de las plazas porticadas más bonitas de España, merecedora de ser reproducida en el Pueblo Español de Barcelona, y declarada bien de interés cultural.  

Siéntese en algunas de las cafeterías bajo sus soportales, los mismos que antaño sirvieron para que los comerciantes mostrasen su mercancía en los mercados y ferias de Graus, y tómese un café tranquilamente, la contemplación del entorno merece este “relax”. Verá la arquería mudéjar del Ayuntamiento, del siglo XVI; las casas nobles Heredia, Barón, Locertales, Bardají y Capucho, con preciosas decoraciones neoclásicas en sus fachadas. La actual sede de la Comarca de La Ribagorza, la casa Heredia, es de estilo renacentista y su decoración se realizó dos siglos más tarde, con el neoclasicismo. Las pinturas recogen, entre columnas, diversas escenas de la “Parábola del hijo pródigo” y representaciones de las estaciones del año, pero centra la atención un reloj de sol rodeado de cenefas vegetales. Colores vivos que recrean leyendas sobre las artes y las ciencias decoran la parte central de la fachada de la casa Barón, que se complementa en los extremos con jarrones de flores, rostros y franjas vegetales, es la más vistosa de la plaza. La imagen de un querubín sostiene uno de los balcones de la casa Locertales, decorada con figuras que recorren todo el edificio. Entre tanto colorido, destaca la sobriedad de la casa Bardají, con apariencia de palacio neoclásico, cuyo alero de madera atraerá nuestra mirada. El más grande de los edificios de la Plaza Mayor de Graus es casa Capucho, con columnas de colores azules y grises. Los balcones de forja son los protagonistas de su gran fachada.
Si tiene la suerte de estar en Graus al caer la noche, la Plaza Mayor cobra aún más espectacularidad.

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