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Foixà

Tranquilidad ampurdanesa

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La colina desde donde domina el Castillo de Foixà parece sacada de cualquier pueblo de la Toscana. El Ampurdán tiene recovecos únicos por los que pasa de largo el turismo de masas y que hay que descubrir con la misma tranquilidad que se presentan. En el caso de Foixà, su castillo es un buen punto de partida. Construido en el siglo XIII, fue modificado a lo largo de los siglos y ocupado por la dinastía de los barones de Foixà. De estilo renacentista, en el interior no hay rastro de los sarcófagos de los antepasados, que reposan actualmente en la iglesia de Nostra Esperança de S’Agaró.

El patrimonio arquitectónico y religioso del municipio es notable, con la iglesia de Sant Joan como ejemplar destacado del gótico del siglo XVI. También hay que reseñar la iglesia románica de Sant Llorenç de les Arenes (s. XII – XIII)

Ubicado cerca del río Ter, el municipio presenta rutas a pie y en bicicleta que permiten descubrir el Ampurdán más auténtico y alejado de las guías turísticas. Para los amantes del turismo activo, a pocos kilómetros del municipio, en el Ter, hay rutas en kayak para toda la familia.

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