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Hacienda el Buen Suceso (Gran Canaria)

Hotel 'Hacienda del Buen Suceso' (Arucas, Gran Canaria)

Un descanso entre plataneras

Actualizado: 22/03/2017

Fotografía: Roberto Ranero

Primero fue una finca azucarera, luego se cultivó cochinilla canaria, plantaciones de café y, finalmente, plátanos. La finca agrícola del Buen Suceso es una de las más antiguas de la isla de Gran Canaria, de 1572, y alberga en Arucas desde hace casi dos décadas un hotel, la Hacienda del Buen Suceso, en el que se puede descansar rodeado de 50 hectáreas de plataneras.

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Propiedad de la familia del Marquesado de Arucas, en el municipio que da nombre a este título nobiliario concedido por Alfonso XII, la Hacienda del Buen Suceso se levanta sobre las antiguas caballerizas y vaquerizas de la finca, que conservan su estilo colonial.

La piscina es de agua climatizada y cuenta con zona de baño turco.
La piscina es de agua climatizada y cuenta con zona de baño turco.

Es una buena opción si el objetivo de nuestras vacaciones en la isla es la tranqulidad y la desconexión de móviles e internet, alejados de las concurridas playas del sur. Estamos en Arucas, un verde valle al norte de Gran Canaria que es elegido por muchos visitantes -sobre todo extranjeros- como punto neurálgico para las distintas rutas de senderismo que hay en esta zona.

La clientela suele conformarla parejas que buscan el descanso y la desconexión rural.
La clientela suele conformarla parejas que buscan el descanso y la desconexión rural.

El hotel cuenta con 18 habitaciones (9 sencillas y 9 suites con doble altura) y una suite nupcial, con terraza privada y cava. "El ambiente suele ser tranquilo. Nuestros clientes mayoritariamente son alemanes, holandeses, ingleses y del BeneLux, con una semana de pernoctación de media", explica Javier Vega, director de Hacienda del Buen Suceso.

Las suites de doble altura conservan el estilo y decoración colonial.
Las suites de doble altura conservan el estilo y decoración colonial.

Por la mañanas se puede desayunar en su gran terraza cubierta mientras se observa a los operarios de la finca recogiendo frutas o en los viveros. También, si el tiempo acompañada -por esta zona los atardeceres suelen ser más frescos-, nos podemos dar un chapuzón en la piscina exterior climatizada, relajarnos en el pequeño jacuzzi y baño turco o tomarnos una de las infusiones que el hotel pone a disposición de los clientes en el salón social frente a la chimenea -"aunque se enciende poco", reconoce una de la empleadas-.

Terraza ideal para relajarse y leer.
Terraza ideal para relajarse y leer.

En la zona del comedor, se ofrecen desayunos y almuerzos ligeros, aunque está más concurrida a la hora de las cenas, aunque la carta no es muy extensa. En ocasiones especiales, como bodas o eventos de empresa, los menú los confecciona el chef José Rojano, el único cocinero en las Islas Canarias que ha conseguido, hasta el momento, los 3 Soles Repsol -en 'La Terraza', del Hotel Santa Catalina-. El vasco, alejado de los fogones de los grandes restaurantes, ofrece desde octubre de 2016 sus creaciones a través del cátering 'Alma'.

Los desayunos bufet y las cenas, con menú, suelen estar más concurridos que las comidas.
Los desayunos bufet y las cenas, con menú, suelen estar más concurridos que las comidas.

Otro de los rincones sorprendentes de este hotel es el Jardín de la Marquesa, propiedad de la familia, y cuyo acceso es gratuito para los huéspedes. La afición por la floricultura del primer marqués, don Ramón Madam y Uriondo, le llevó a organizar junto a su palacete de verano un jardín botánico que alberga en la actualidad unas 500 especies tropicales de la Macaronesia. Dragos centenarios, palmeras, árboles y flores exóticas -el 'Jack' o la 'maraca', una gran colonia de pavos reales en libertad... que ocupan 50.000 metros cuadrados, donde también se organizan banquetes bajo una carpa acristalada.

La colonia de pavos reales y el Drago centenario son dos atractivos del Jardín de la Marquesa.
La colonia de pavos reales y el Drago centenario son dos atractivos del Jardín de la Marquesa. Foto: Cedida.

Una 'catedral' que no lo es

Uno de los principales atractivos turísticos de Arucas (a 20 minutos de la capital de Las Palmas) es su iglesia de San Juan Baustista, pero que todos llaman 'La catedral de Arucas', por la espectacularidad de su exterior. "Se trata de una de las últimas iglesias neogóticas de Europa, y su construcción (1909-1977) estuvo sufragada por las familias más pudientes del municipio -los Rosales, los Gourie...-, y cuyos nombres se pueden leer en las vidrieras traídas de la afamada Casa Maumejean", explica María Lezcano, guía oficial de Turismo del Cabildo de Gran Canaria.

La iglesia de San Juan Bautista, conocida como 'la catedral', en Arucas.
La iglesia de San Juan Bautista, conocida como 'la catedral', en Arucas.

Arucas, conocida como la 'puerta norte' de la isla, es el punto de partida que toman muchos senderistas y amantes del ambiente rural que se despliega por esta zona de la isla, tan distinto de las playas kilométricas de arena fina del sur. A 15 km se encuentran también las piscinas naturales de El Puertillo, donde darse un refrescante baño -no hay que olvidarse que estamos en el Atlántico- tras una buena caminata.

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