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Busot

De la sima del Canelobre a la cima del Oro

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Dos atractivos turísticos bendicen Busot. Uno, altivo, el Cabezón de Oro que se levanta a 1.025 metros sobre el nivel del mar. Desde su cima se otean los reflejos cristalinos de los rascacielos de Benidorm y las aguas más tranquilas de la distante Manga del Mar Menor.

El segundo es una sima, la de las Cuevas del Canelobre, que contienen maravillas naturales, algunas con más de cien mil años de antigüedad: dentro se encuentra una de las bóvedas más altas de España, de unos 70 metros, similar a la de una catedral. Formas caprichosas parecidas a candelabros, órganos y medusas que aparecen por doquier. Su sala visitable se trata de un espacio de más de 80.000 m³ al que se accede a través de un túnel abierto durante la Guerra Civil, empleado como refugio de la aviación.

La visita culmina con un conjunto conocido como la Sagrada Familia, en la que destaca una columna de más de 25 metros y la estalagmita que da nombre a las cuevas. El ruinoso Castillo de Busot (S. XIII) todavía conserva la impronta de la localidad como punto fronterizo.

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