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Espinelves

Feria del abeto

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Escribir sobre Espinelves es hacerlo de la Feria del Abeto, la más importante y reconocida de Cataluña. Cada diciembre, decenas de miles de personas invaden literalmente este bucólico pueblo situado entre el Montseny y Les Guilleries, en uno de los mayores bosques del país, para comprar un abeto con el que decorar su hogar durante las fiestas navideñas.

Hace ya 37 años de la primera edición de la feria y no es extrañar que se mantenga aún en primer plano. Espinelves tiene frescas arboledas, aguas limpias y aires puros, es decir, la materia prima necesaria para producir los mejores abetos de Cataluña. En la arboleda de Masjoan, que es visitable, se encuentran 58 especies diferentes de coníferas, entre las que hay el abeto más alto del país, con 43 metros de altura. Siete ejemplares han recibido la catalogación de árbol monumental por parte de la Generalitat de Cataluña.

Desde la autovía contigua al pueblo se divisa la inconfundible silueta del campanario de la iglesia de Sant Vicenç d’Espinelves (s. XI – XII), de estilo románico. Se trata de una edificación de dos naves, cada una de las cuales con un ábside semicircular y cubiertas por una bóveda de cañón.

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