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Ibi

Los juguetes recorren Ibi

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Un avión de papel sobrevolaba el cielo de Ibi, mientras una muñeca cruzaba el casco antiguo, sus rizos dorados ondeaban al paso de sus piernecitas de plástico que caminaban por el monumento a los Reyes Magos, el único en Europa dedicado a estos ilustres personajes: los juguetes. Ibi les pertenece, es la localidad más grande del valle que lleva su nombre (Valle de los Juguetes), debido a que aquí en el siglo XX crearon al primero de ellos, incluso cuenta con el museo más importante que narra su historia: el museo Valenciano del Juguete. 
    
Como si cobraran vida, en septiembre salen a dar la bienvenida que todos los años trae de nuevo la fiesta de Moros y Cristianos. El olor de la 'Olleta' y la 'Pericana' despierta su hambre guiándoles por las calles empinadas y entrelazadas del casco histórico de Ibi (Les Costeretes), de bajas casitas blancas y empinado, tanto, que dificulta la subida de los pobres muñecos de hojalata, el primer juguete que se comercializó aquí. Estos a veces paraban a observar La Tartana, una obra artística en una pequeña placita de verdes y azules,  monumento a este tipo de juguetes y situado en la misma plaza que lleva su nombre.

El resto; trenecitos de colores, muñecas de Famosa y los Playmobil incapaces de sostener sus helados, han aparecido por la ermita de Santa Lucía subida al cerro desde donde se pueden contemplar una de las vistas más bellas de las empinadas callejuelas y casas blancas de Ibi. Los más golosos, los pepones y nenucos, se han quedado en el parque de la Font Roja disfrutando de los helados y emprendiendo rutas hacia los neveros, los lugares de conservación de nieve que utilizó Ibi para convertirse en la Cuna del Helado.   

Y es que el pueblo de Ibi tiene mágia, un lugar donde en diciembre todos se llenan de harina (Festes d'Hivern o Fiesta de los enharinados) y cobran vida los juguetes.