{{title}}
{{buttonText}}

Llíber

Aire de caballería en la Marina Alta

Compartir

La alcurnia de los Martorell, de donde vino Joanot, el célebre creador de Tirant Lo Blanc, dominó las tierras de Llìber tras la Reconquista. Pastelitos, pan quemado, vino y mistela son los ingredientes hoy en día de una bonita merienda en este municipio, si se ha visitado antes la Fuente de Aixa, un estrecho valle entre montañas que recoge las aguas que bajan desde la Sierra del Castillo de Aixa. Allí, una antigua balsa es testigo mudo de tiempos remotos en los que predominaba la huerta. Sólo aquí y en el Cabo de la Nao puede contemplarse el brezo blanco. Los riuraus son también entrañables en Llíber, formando un conjunto de gran valor arquitectónico y paisajístico. En estas construcciones de piedra se resguardaban las cerezas de las inclemencias del rocío. En un mismo paseo se accede a la Iglesia de San Cosme y San Damián, originaria del siglo XIX.

Contacto