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Santanyí

Naturalmente urbanita en medio de una rica naturaleza

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En Santanyí se han preocupado de que sus calas y playas sean accesibles a todo el mundo, bien visibles y bien visitables. Hay varias que son conocidas por el público desde la década de los 60 del siglo pasado, pero otras, como Cala Figuera, se conocen desde 1300 o incluso antes. La cultura talayótica, una sociedad prehistórica específica en las islas, encuentra en Santanyí una inmejorable forma de expresión. La localidad tiene en sus cercanías el Parque Natural Mondragó, poseedor de una rica naturaleza en forma de humedales acariciados por la brisa marina. El casco histórico, por contra, tiene vocación 'urbanita' y está ordenado en torno a sus edificios más emblemáticos.

La Plaza Mayor está coronada por la Parroquia de San Andreu, iglesia construida con las propias piedras extraídas de las canteras de Santanyí. El Roser, que forma parte del mismo conjunto arquitectónico, ofició como primitiva iglesia y fue también un lugar habitual de refugio de la población durante las incursiones piratas. En Santanyí llama también la atención el S'Abeurador o abrevadero, donde bebían agua los animales. Es un tipo de construcción que ha desaparecido en muchos pueblos de España, pero que esta localidad ha sabido conservar. Cala d'Or, por su parte, es la pedanía más turística y con mayor población del municipio de Santanyí. Dispone de calas de arena blanca y fondos marinos muy ricos.

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