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Tábara

Cuna de León Felipe y de tesoros bibliográficos

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Este municipio de la provincia de Zamora dista de la capital 45 kilómetros por carretera. Pertenece a la Tierra de Alba, muy cerca del río Esla y de la Sierra de la Culebra, por lo que posee varios y bellos parajes naturales. Al parecer, ya existió un núcleo de población durante el período romano, aunque los primeros indicios de su existencia son de finales del siglo VII, como villa del reino astur-leonés. En el siglo VIII se erigió en la localidad, a instancias del rey Alfonso III y del obispo, San Froilán, el gran Monasterio de San Salvador, que llegó a albergar unas 600 personas, entre frailes y monjas. De su 'scriptorium' salieron verdaderas joyas, como el Beato Morgan, el Beato de Tábara o el Beato de Gerona. Las razias de Almanzor debieron llegar hasta el cenobio que fue arrasado y ya no fue reconstruido, pues sobre su solar se levantó la actual Iglesia de Santa María, consagrada en 1137. Durante los siglos XII y XIII Tábara perteneció a la Orden del Temple, instituyéndose como sede de un importante marquesado en el siglo XVI. 

En la zona abundan los yacimientos arqueológicos y las edificaciones tradicionales como molinos, hornos y lavaderos. Destacan entre sus edificaciones el Santuario de San Mamés y una estatua, en la plaza principal, del poeta León Felipe, que nació en esta villa en 1884. El pueblo también dispone de albergue de peregrinos a Santiago. Pero la joya de la corona es la iglesia románica de Santa María, declarada Bien de Interés Cultural en 1931, que presume de alta y esbelta torre sobre los cimientos del antiguo monasterio. El Palacio del Marqués de Tábara ostenta una notable fachada plateresca. En sus dependencias se encuentra la Iglesia Parroquial de la Asunción, del siglo XVI, que fue convento y capilla del palacio.

Aunque sus habitantes celebran varias fiestas, la más importante es la patronal, que tiene lugar el 15 de agosto en honor a la Virgen de la Asunción.

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