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Cementerio de Son Sang de Sóller

Sóller, Balears/Islas Baleares

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La Sierra mallorquina de la Tramontana silencia, más que nunca, el entorno que abraza con quietud y serena tranquilidad al cementerio sollerense de Son Sang. Estos lugares se sienten cómodos con lo sombrío, lo tétrico y lúgubre de sus espacios, se arropan de adjetivos que denotan melancolía y tristeza, soledad y oscuridad. El camposanto de Sóller, no obstante, entraña tal riqueza visual que puede convertir en visita turística los paseos litúrgicos que ornamentan el espíritu no solo con recogimiento y profunda meditación, sino también con las imágenes que lo embellecen.  
En uso desde 1841, el visitante se ve inmerso en una variada simbología funeraria en cuanto accede al recinto: cruces esculpidas, tumbas cinceladas en pórticos de entrada, ángeles a punto de hacer sonar las trompetas con melodías rayanas en lo apocalíptico. Todo ello escenifica el ambiente perfecto para ahondar en la devoción más secreta, en el arte sacro propio del culto a los difuntos.  En el terreno, las tumbas y los panteones se erigen como un sentido recordatorio de la memoria colectiva, particularizada por aquellos que piensan en sus familiares. Las flores depositadas en las sepulturas se suman a los cipreses y palmeras arraigados en el lugar, forjando auténticos tramos de jardines con colores vivos y fragancias embriagadoras que endulzan la carga de nostalgia y añoranza latente en sus rincones. Las figuras de importantes escultores como Josep Llimona o Miquel Arcas, plasmadas en plañideras de eternos llantos, en el desconsuelo de santos y vírgenes ante el yacimiento de Cristo o en las enigmáticas figuras que profundizan en el misterio del entorno, convierten a este cementerio en una galería de gran valor artístico. 

Contacto

Localización

Carrer de Pau Noguera, 86, Sóller