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Iglesia de Nuestra Señora de la Granada

Fuente de Cantos, Badajoz

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“Que no me lleven al Sur porque llegué al Sur; me calientan los calores de la tierra y me anima el vecindario concurrido de mis vecinas y las palmeras que me rozan ligeramente con sus ramas, cuando levanto el vuelo. Todo favorece mi querencia a este lugar; me instalé en lo más alto del campanario y comparto vista con la más longeva del lugar. Ella me cuenta y yo la escucho, y así se nos pasan muchas horas. Ya no emigramos cuando el frio arrecia. Hicimos nuestro Sur en este sur”.
Hasta ocho nidos de cigüeñas se cuentan en los tejados de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada, imagen perenne en la arquitectura de Fuente de Cantos. A pesar de bombardeos e incendios durante la Guerra Civil, mantiene la estructura original de su torre, hoy conocida como torre vieja, desde el s. XV. El resto se ha reconstruido pero mantiene una uniformidad que pareciera de siempre. La piedra original combina bien con las incorporaciones recientes de muro y pared encalada en blanco; un arco abre la puerta de entrada, y con arcos se muestran las hileras de ventanas, en parejas de dos o solitarias, que salpican la fachada principal. Amplias y alargadas, dan mucha luz al interior del recinto. Dentro, destaca el retablo barroco, reconstruido en el s. XX con las mejores licencias de aquel estilo. Las esculturas, columnas y pinturas que luce el retablo y todo su ornamento dorado, sólo sirven de envoltura y para resaltar al camarín que contiene la imagen de la Virgen de la Granada, patrona del pueblo y anterior a la propia construcción de la iglesia.
Está colocada sobre una peana en el mismo centro del altar. Con una mano sostiene delicadamente el piececito del Niño que carga con el otro brazo, y es el infante quien sostiene, con una de sus manitas, el fruto rojo de la granada. La inexpresividad de ambas caras y sus miradas en la lejanía, trascienden al tiempo y al espacio, y las colocan en una infinitud permanente. Gracias al encuadre del retablo sobre la hornacina que guarda la imagen, hemos descubierto su clave: hay que llevarla consigo y mirarla en la distancia muy corta para sentir esa certeza infinita que la hace única en todo el repertorio de vírgenes. No es de extrañar entonces, la devoción que los lugareños la profesan.

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Localización

Plaza Carmen, 0, 06240 Fuente de Cantos, Badajoz