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Puente de Lata

Dúrcal, Granada

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Cuando el tren llegaba al puente de Lata, los viajeros tenían que bajarse y atravesarlo a pie. Con lluvia, granizo, e incluso de noche, recorrían ese camino para luego volver a montarse en el mismo ferrocarril al otro lado de la garganta. El motivo se debía a que sus cimientos eran inestables, por lo que había orden expresa de que el maquinista circulara por ese viaducto sin viajeros. Pronto se cerró y, más tarde, acabó siendo trasladado a Dúrcal aunque en versión reducida. De sus más de 450 metros originales, hoy el puente que atraviesa la garganta del río en el valle granadino de Lecrín tiene la mitad de distancia. Aún así, sigue impresionando. Forjado en hierro, de ahí su nombre, fue realizado por discípulos de Eiffel. Eso queda patente porque en realidad recuerda a la famosa torre parisina, pero en horizontal. Con una altura de más de 50 metros sobre el abismo, las vistas de la sierra que se contemplan desde allí son impresionantes. El de Lata no es la única construcción que cruza el río. A lo largo de la Historia se han levantado otros como el Antiguo y, en los últimos tiempos, el de la autovía. Dúrcal une orillas a través de pasarelas de diferentes estilos. 

Localización

GR 9067, Dúrcal