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Eloïse y Alex son las artífices de este interesante proyecto.

Talleres de cerámica en Madrid que enganchan

La cerámica atrae a los millennials

10/04/2024 –

Actualizado: 05/04/2024

Fotografía: Hugo Palotto

Puede que tras la pandemia se haya buscado un hobby o profesión slow y que conecte más con la naturaleza pero, la verdad es que los espacios para aprender cerámica han crecido como la espuma. Gracias a esta interesante oferta y a las múltiples beneficios (es relajante, potencia la creatividad…), la cerámica se ha convertido en un auténtico boom que no sólo hace valorar mucho más la artesanía sino que también, crea comunidad.

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01. barro. Cerámica para todos

barro -así, en minúscula-, es de los últimos espacios en abrir -septiembre de 2023- y se ha convertido en uno de los epicentros creativos de Malasaña. El proyecto nació de la mano de la artista y comisaria Jimena Guajardo y es la encargada de dar las clases de modelado. Junto a ella, la artista el ilustradora Elisabeth Karin encargada de impartir las clases de torno. “Quería crear un espacio en el que se diera acceso a la cerámica de una forma didáctica y acompañada pero enfocada en la libertad creativa y en los intereses de cada persona, y también crear un espacio de estudio para artistas de cerámica”.

Ofrecen la modalidad de coworking, para los ceramistas ya avanzados que quieren hacer alguna pieza puntual.
Ofrecen la modalidad de coworking, para los ceramistas ya avanzados que quieren hacer alguna pieza puntual.

No hace falta tener conocimientos previos. “Puedes empezar desde cero ya sea en el torno o en modelado. Cada persona tiene intereses diferentes”. También programan sesiones para niños y nocturnas, para aquellos grupos de amigos que quieren divertirse de manera creativa. “A la gente le encanta y se sorprenden con lo accesible que es la cerámica. Muchas personas llegan diciendo ‘yo no sé nada’ o que son muy malas para las cosas manuales pero en tres semanas, se están bebiendo su café en la taza que hicieron esa noche entre cervezas, vinos y amigos”.

Venden piezas de artistas jóvenes y emergentes.
Venden piezas de artistas jóvenes y emergentes.
También sirven de espacio expositivo para diversos proyectos creativos.
También sirven de espacio expositivo para diversos proyectos creativos.

Las clases están pensadas para que el aprendizaje sea continuo. “Las personas traen ideas e inspiración y vamos acompañándoles técnicamente para lograrlas”. Incluso ofrecen la modalidad de coworking, para los ceramistas ya avanzados que quieren hacer alguna pieza puntual ya sea para uso personal o para vender o exponer. “Es de horario flexible y acceso completo a los materiales del taller. Vienen artistas que tienen que hacer obra para exponer o productos de diseño para vender, o personas que tienen los conocimientos ya adquiridos y la cerámica es su hobby”.

barro es uno de los epicentros creativos de Malasaña.
barro es uno de los epicentros creativos de Malasaña.

En el local cuentan con una pequeña tienda donde venden piezas de artistas jóvenes y emergentes y han servido de espacio expositivo para diversos proyectos creativos. “Para mí es importante que barro sea un punto de encuentro en el que converjan diferentes tipos de públicos, ya sea que ven la cerámica con curiosidad para un día, como un hobby, como terapia o como su práctica artística”.

barro. Calle Jesús del Valle, 28. Madrid. Tel. 665 70 97 92

2. Volupte. La importancia de la sostenibilidad

Eloïse y Alex son las artífices de este interesante proyecto aunque en ocasiones, cuentan con la ayuda de Marciel. “Es un poco como nuestro abuelo, nuestro maestro de artesanía, Marcel es un señor que tiene unos 70 años y cuenta con el premio de Mejor Artesano de Francia. El trabaja con nosotros como maestro que quiere pasar todo su conocimiento a nosotras”.

Trabajan con materiales naturales y hacen su propios esmaltes.
Trabajan con materiales naturales y hacen su propios esmaltes.

Ambas se conocieron en clases de cerámica. “Alex era mi profe, y conectamos muy rápido. Fue después de la pandemia y las dos estábamos tristes y perdidas sobre qué era la vida y dijimos ‘ok, hacemos algo juntas’. Mi formación era sobre sostenibilidad, materiales y demás, y Alex, diseñadora gráfica y ceramista. La idea era mezclar estos conocimientos y así nació Volupte”. En su estudio, capaz de realizar proyectos grandes, han creado vajillas para restaurantes como por ejemplo, 'Tramo'.

"El torno es otro tipo de metodología pero un principiante puede empezar por él, no pasa nada”.
"El torno es otro tipo de metodología pero un principiante puede empezar por él, no pasa nada”.

“Este proyecto ha sido muy interesante -asegura Eloïse- porque hemos hecho la vajilla utilizando con los escombros de sus obras. Lo mejor del proceso fue la investigación previa de cómo convertir un material que iba a acabar en la basura, en un material con valor”. Su apuesta va principalmente en ese camino. “La búsqueda de materiales. Cómo podemos utilizar esa tierra que viene del desierto, de un río o a partir de conchas del mar, cómo podemos utilizar cosas así en la práctica”.

El proceso de hacer cerámica es muy relajante.
El proceso de hacer cerámica es muy relajante.

En Volupte se puede aprender tanto cerámica con torno como modelado. “Al final es aprendizaje -comenta la ceramista-. El torno es otro tipo de metodología pero un principiante puede empezar por él, no pasa nada”. Eso sí, no hay alumno que no se divierta con un proceso más que con otro. “Creo que los alumnos disfrutan en todas las etapas igual porque… ¡Cambia tanto! cuando sale de los hornos! Y para ser sincera, también hay mucha decepción porque siempre hay un proceso químico detrás de los esmaltes y, si no tenías experiencia previa, nunca va a salir como has pensado entonces siempre hay muchas sorpresas. Y esto es lo que más me gusta de trabajar con materiales naturales y hacer tus propios esmaltes porque al final, no vas a estar tan decepcionada porque no tenías una idea preconcebida de cómo va a ser”.

En Volupte se puede aprender tanto cerámica con torno como modelado.
En Volupte se puede aprender tanto cerámica con torno como modelado.

Eso sí, tienen muy presente que no quieren ser un espacio para pasarlo bien un rato. “Tener estudiantes que quieren venir para tener una experiencia de una noche y después se van, pues eso no porque no hay mucho donde aprender -asegura Eloïse-. Lo que me parece muy bonito de nuestro estudio es que tenemos estudiantes que de verdad quieren estar ahí y un año dando clases y luego se van a convertir en coworkers. Queremos construir comunidad y con la comunidad aprendemos y experimentamos juntos”.

Han creado vajillas para restaurantes como por ejemplo, 'Tramo'.
Han creado vajillas para restaurantes como por ejemplo, 'Tramo'.

Además, el proceso de hacer cerámica es muy relajante. “Puedes estar inmerso en tu mundo, haciendo tu pieza, pero al mismo tiempo hay movimiento alrededor tuyo con gente hablando y música sonando… Ese me parece como el único momento donde puedes tener las dos cosas a la vez, puedes estar en tu mundo pero también disfrutando del ambiente que te rodea”.

Volupte. Calle Amaniel, 28. Madrid.

03. Ceramicarte. La cerámica no tiene límites

Dentro de poco, no habrá barrio en Madrid que tenga un espacio donde aprender cerámica. La demanda es alta y Chema, de Ceramicarte, expone el motivo: “Quizás haya sido la pandemia, pero creemos que actualmente existe una mayor tendencia del ser humano a reconectar con su pasado, con las experiencias vividas, y ahí la cerámica juega un papel muy importante”.

'ABYA'. C. de José Ortega y Gasset, 32, Salamanca. Madrid. Tel. 910 05 43 04

El proyecto nació con la voluntad de poder acercar la cerámica a todo tipo de personas.

El proyecto nace en 2022 en el barrio de La Latina. “Irene (mi pareja) llevaba dos años como alumna en un taller de cerámica y me metió el gusanillo en el cuerpo. Yo vengo del mundo del marketing, e Irene de los recursos humanos, por lo que ninguno de los dos éramos ‘ceramistas de formación’ y eso nos tiraba para atrás, pero el destino puso en nuestro camino a Alessandra, la tercera pata de Ceramicarte. En diciembre de ese mismo año, Ceramicarte abría sus puertas y no podemos estar más orgullosos de lo conseguido en este tiempo”.

El proyecto nace en 2022 en el barrio de La Latina.
El proyecto nace en 2022 en el barrio de La Latina.

Sus clases, de modelado y torno, se imparten en turnos de mañana o tarde, de dos horas semanales y en ellos utilizan principalmente arcilla de baja temperatura aunque también disponen de otras materias como arcilla roja, negra y otras con chamota, un material granular que tiene más textura. En Ceramicarte señalan que es importante mantener una continuidad. “La cerámica es como ir en bicicleta, no se olvida, pero es necesario tener relativa constancia para poder asentar los conocimientos y desarrollarse creativamente”.

Utilizan principalmente arcilla de baja temperatura.
Utilizan principalmente arcilla de baja temperatura.
Otra de las etapas que fascina a los alumnos es la artística.
Otra de las etapas que fascina a los alumnos es la artística.

Eso sí, recomiendan a los principiantes empezar con el modelado para posteriormente iniciarse en otras técnicas más complejas, como el torno. “El modelado te conecta con tus orígenes, donde te manchas las manos y comienzas a dar forma a una primera idea”. Otra de las etapas que fascina a los alumnos es la artística, “el momento de jugar con los esmaltes, las arcillas de colores, las formas… para darle a la pieza ese toque íntimo y personal”. Después de adquirir las nociones básicas, el alumno puede seguir formándose porque “la cerámica, como la imaginación, no tiene límites”.

Sus clases, de modelado y torno, se imparten en turnos de mañana o tarde, de dos horas semanales.
Sus clases, de modelado y torno, se imparten en turnos de mañana o tarde, de dos horas semanales.

Hay personas que se acercan a su taller para relajarse, divertirse e incluso, dedicarse a ello profesionalmente y que incluso, puedan autofinanciarse los cursos gracias a su e-commerce donde sus alumnos vendan sus piezas. “Nacimos con la voluntad de poder acercar la cerámica a todo tipo de personas, y por eso hacemos y haremos todo lo posible para intentar que la parte económica no sea una barrera para nuestros alumnos. De ahí surgió la idea de la plataforma de autofinanciación. Además, creemos que es un escaparate para ellos de tal manera que puedan valorar su propio talento”.

Ceramicarte. Calle de la Paloma, 5. Tel. 619935120 y 686639982.

4. D’A Ceramics. La cerámica es seductora

En 2016, Déborah Abizanda abrió D’A Ceramics y en este tiempo, se ha convertido en uno de los talleres de cerámica de autor de referencia en Madrid. Desde entonces hasta ahora el panorama se ha transformado. “¡Ha habido unos cuantos cambios! -cuenta Déborah-. Creo que el encierro durante la pandemia ha acelerado una tendencia que ya estaba en proceso ascendente, en relación al interés por los trabajos manuales y artesanales. Con la cerámica el boom está siendo increíble. No sólo se debe al interés por lo manual. Creo que hay una pequeña dicotomía. Desde el encierro vivimos más ‘conectados’ aún si cabe de lo que estábamos, y al mismo tiempo necesitamos experiencias tangibles y reales. Es un efecto ‘rebote’. Por otro lado, mi teoría en relación a la cerámica es que es una disciplina muy visual y eso en las redes, es un gran gancho. Sin embargo de lo que se ve a lo que implica hacerlo, hay un gran camino de aprendizaje y destreza”.

En 2016, Déborah Abizanda abrió D’A Ceramics.
En 2016, Déborah Abizanda abrió D’A Ceramics.

En sus clases de cerámica se trabaja técnicas de construcción y decoración (incluido el torno) y, una vez que el alumno adquiere conocimientos, es guiado para desarrollar sus propios proyectos. Más que por aprender, Déborah apunta que una de las razones por las que la gente se apunta es por vivir experiencias. “También el hecho de desarrollar destrezas personales, sentirnos capaces de hacer algo con nosotros como única ‘herramienta’, creo que es uno de los mayores atractivos. Hay algo de moda también, no nos vamos a engañar”. Eso sí, Déborah apunta que la cerámica es una disciplina artística que requiere de paciencia.

Estamos en uno de los talleres de cerámica de autor de referencia en Madrid.
Estamos en uno de los talleres de cerámica de autor de referencia en Madrid.

“Es una disciplina compleja cuyos resultados se ven con el tiempo. Sólo tenemos que pensar en el tiempo que conlleva realizar una primera pieza, que tarda en secar tal vez entre tres y siete días, que tiene que ser cocida dos veces, y cada cocción tarda entre 24 y 36 horas… Un cuadro, un bordado, una escultura de escayola, puede ser terminado en un día, si se quiere y se decide así. Con la cerámica los tiempos no los marcas tú, los marca el material. Y eso es lo maravilloso de ella. Es materia pura, y hay que aprender a ‘acompañarla’. Asimismo hay mucho dominio de la técnica, como es el caso del torno, y eso es echarle horas, no hay secretos”.

Antes de que abriera la escuela, Déborah tenía su tienda online y sus piezas han servido de motivación a sus alumnos.
Antes de que abriera la escuela, Déborah tenía su tienda online y sus piezas han servido de motivación a sus alumnos.

En sus clases trabajan con diverso tipos de tierras. “Pastas de alta y baja temperatura según el proyecto que vayamos a enseñar o que el alumno quiera abordar. Mas específicamente, utilizamos dos tipos de lozas, blanca y roja, dos greses, un barro refractario y barro Buño, de Galicia, que nos gusta mucho”. Es el contacto con el barro lo que más les apasiona. “Hay barros con chamota, que son arenosos, y dan mucho gusto al tocarlos. Yo lo que siento con los alumnos nuevos, que no han hecho cerámica anteriormente es que ‘desaparecen’ en su primera clase. En el buen sentido. Hay algo que les ‘atrapa’, pasa el tiempo como si nada. Porque la cerámica es muy seductora. Hay veces que lo que sale del horno les apasiona y otras, no. “Las expectativas siempre están en juego -puntualiza Déborah-. Pero a medida que cogen experiencia, lo hacen mejor, o bien aceptan lo que sale y que no esperaban. Porque si algo hay que enseñar (y aprender) del oficio cerámico, es que siempre hay un porcentaje del trabajo que se escapa al control que incluso no depende de ti. Como la vida misma, en definitiva”.

Varias de las obras expuestas en el taller.
Varias de las obras expuestas en el taller.
Aquí dan valor a lo artesanal.
Aquí dan valor a lo artesanal.

Lamentablemente, aunque el interés por aprender cerámica es algo creciente, no ocurre lo mismo con los compradores de artesanía. “Creo que en España está habiendo cierto cambio en el valor que se da nuestros trabajos. Se están realizando acciones para promover el valor de lo hecho a mano, de la artesanía, e incluso de la artesanía de lujo, a caballo entre la pieza artística y artesana, que quizás en donde precisamente me encuentro yo. Asociaciones como Fundesarte y Somos Saco están haciendo un gran trabajo reflexionando y poniendo las bases de lo que puede ser alta artesanía. Aún así, creo fervientemente que la enseñanza del medio cerámico, de manera continua y comprometida, hace que las personas que son alumnos valoren mucho más una pieza de cerámica que lo que podían hacerlo antes de conocer sus procesos”.

La cerámica es muy seductora.
La cerámica es muy seductora.

Cuando Déborah abrió su tienda y con sólo un mes de vida, mucha gente le preguntaba si daba clases. Ver sus piezas sirvió de motivación a mucha gente interesada en aprender. “Debería de ser sostenible también económicamente, que la gente se dedique a su creación, en exclusiva. Y vender, y vivir de ello. Para mí es uno de los objetivos constantes, y resulta complicado. Considero que todo puede tener cabida, sabemos que en un mundo globalizado, así es. Aunque quizás me identifico menos con los formatos que sólo realizan de talleres rápidos porque se alejan de la esencia del medio. Si algo hizo que me dedicara a la cerámica ha sido precisamente esto, alejarme de aquellas cosas que el mundo globalizado nos impone y que no me gustan. Así que, si algo te lleva a dedicar tiempo, a pararse, a mirar a tu alrededor, a sentir, reflexionar, es bueno incorporarlo en tu vida. La cerámica puede ser un ‘faro’, lo es para mí. Como lo es la creación, en general”.

D’A Ceramics. Calle Doctor Fourquet, 35. Madrid. Tel. 652936237

5. Taller Doro. Tradición familiar

La madre de Andrea Menéndez estudió cerámica y durante un tiempo, tuvo un taller en casa. “Recuerdo que cuando acababa los deberes me escapaba para ver lo que estaba haciendo y pedirle que me dejara un trozo de barro para trabajar con las manos. Creo que de esas primeras experiencias surge mi vocación por los trabajos manuales. Cuando acabé el instituto, lo que comenzó siendo un juego se convirtió en una pasión y me matriculé en la Escuela de Arte Francisco Alcántara. Allí aprendí buena parte de lo que sé, que completé con el trabajo en un par de talleres antes de dar el salto definitivo de crear, en 2021, mi propio proyecto, Doro”.

Doro nació en 2021.
Doro nació en 2021.

En este taller se pueden hacer cursos mensuales y de fin de semana. “En ambas disciplinas enseñamos desde cero o nos adaptamos al nivel previo con el que llega el alumno. Las clases son personalizadas y los grupos reducidos, lo que nos permite dedicarnos a cada persona según sus necesidades. Los alumnos de modelado aprenden diferentes técnicas de construcción: pellizco, planchas y churros, y les guiamos para que den forma al proyecto que tengan en mente. También les enseñamos diversas técnicas decorativas para que encuentren el acabado que quieran dar a sus piezas. El proceso de las clases de torno es similar, y aprenden desde cómo centrar la pella hasta crear una pieza. De las cocciones nos encargamos en el taller, pero también estamos encantados de explicarles el proceso a los alumnos más curiosos”.

En este taller se pueden hacer cursos mensuales y de fin de semana.
En este taller se pueden hacer cursos mensuales y de fin de semana.

Después de asimilar los conocimientos básicos, los alumnos pueden ir adquiriendo conocimientos e ir perfeccionado sus técnicas. “Programamos cursos monográficos específicos de técnicas concretas o clases especiales con otras arcillas y materiales. Si al final de todo este aprendizaje la cerámica les ha hechizado y quieren dedicarse a este oficio de manera profesional, les recomendamos que se matriculen en la la Escuela de Arte Francisco Alcántara o en la Escuela de Cerámica de la Moncloa”.

Aquí se combinan a la perfección el placer de crear con las manos y de socializar con otras personas.
Aquí se combinan a la perfección el placer de crear con las manos y de socializar con otras personas.

Andrea es consciente del gran interés que suscita la cerámica hoy en día y tiene su teoría sobre el motivo. “Cuando empecé a estudiar cerámica la gente no sabía muy bien lo que hacía y ahora, hasta la cantante Rosalía ha aparecido por las redes sociales haciendo algo de cerámica. Tengo la impresión de que después de la pandemia, que nos obligó a estar encerrados en casa, y el teletrabajo, que ha encerrado nuestra vida en una pantalla y transformado las relaciones personales, la gente tiene la necesidad de salir de casa y encontrarse con los demás a través de una actividad manual, sin tecnologías de por medio, como la cerámica, la costura o la pintura. Las personas somos seres sociales, manuales, y en mis talleres se combinan a la perfección el placer de crear con las manos y de socializar con otras personas”.

Mientras modelamos ponemos distancia con el ritmo de vida tan acelerado que llevamos.
Mientras modelamos ponemos distancia con el ritmo de vida tan acelerado que llevamos.

Sin duda, la cerámica está de moda y aunque el número de alumnos crece en su taller, asegura que la mayoría lo hace por hobby. “Por un lado está la satisfacción que produce ver cómo la idea que tenías en la cabeza adquiere forma, se puede tocar y disfrutar, y, por otro, estamos ante un proceso creativo que engancha. Mientras modelamos ponemos distancia con el ritmo de vida tan acelerado que llevamos, y el hecho de trabajar con las manos nos ayuda a tomar constancia de nuestro propio ser. Por último, el proceso creativo exige paciencia, que es el antídoto perfecto contra la ansiedad y estrés”.

En Taller Doro también realizan trabajos personalizados.
En Taller Doro también realizan trabajos personalizados.

Y aunque la gente está apartando a un lado las pantallas y a valorar más lo hecho con las manos, aún falta mucho para dar a la artesanía el puesto que se merece. “Cada día hay más información sobre los procesos creativos pero tengo la impresión de que, pese a ello, sigue siendo reticente a pagar por ello. Hay marcas comerciales muy conocidas que se han sumado a la moda de la artesanía con colecciones fabricadas de manera industrial que venden como si estuvieran hechas a mano. Desgraciadamente, los artesanos no podemos competir con estas firmas. Nuestras creaciones son únicas, y eso no se valora aún como debiera”.

Programan cursos monográficos específicos de técnicas concretas o clases especiales con otras arcillas y materiales.
Programan cursos monográficos específicos de técnicas concretas o clases especiales con otras arcillas y materiales.

En Taller Doro también realizan trabajos personalizados. Gente que busca tener algo único en casa realizado de manera artesanal pero lo deseable es que existieran tiendas o ferias (como la de Cerámica de Zamora) donde la gente pudiera acercarse a comprar cerámica de autor. “La cerámica está cogiendo mucha fuerza y espero que en pocos años podamos disfrutar de más tiendas, galerías y exposiciones con trabajos de cerámica”. Si la afición sigue creciendo así sería el siguiente paso, sin duda.

Taller Doro. Martín de los Heros, 71. Madrid. Tel 618148008.

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