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Vistas al mar y a la montaña desde el jardín del Parador de El Hierro, Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias)

Planes para descubrir El Hierro

¡Escápate a la isla de El Hierro!

24/01/2024 –

Actualizado: 11/12/2023

Fotografía: Hugo Palotto

Las temperaturas suaves de su clima subtropical hacen de la isla de El Hierro un destino perfecto para cualquier época del año, y aunque en los meses de inviernos pueden darse más precipitaciones, lejos de espantar al viajero lo anima a sumergirse en la magia que envuelve los bosques, la costa, las montañas o las costumbres de esta isla salpicada de sol y brumas (dependiendo de la zona).  En Guía Repsol, hemos recorrido El Hierro de arriba a abajo para que no te pierdas nada.

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1. Los secretos de la isla

Antes incluso de llegar a El Hierro, te recomendamos que te adentre en las mil y una curiosidades que hemos descubierto sobre la hermana más occidental de las Canarias.

Las mil y una islas

El campanario de Joapira, en Frontera, sobre un monte y con más montañas detrás.

El campanario de Joapira, en Frontera, en lo alto de un monte custodiado por la montaña más alta detrás.

Cuentan siempre, para presentarla, que es la más pequeña del archipiélago, sin contar La Graciosa, y también la más sostenible porque defiende encantada que se mantiene a base de energías renovables. Pero las curiosidades de El Hierro van mucho más allá. Pequeños secretos a voces de los que sus habitantes están muy orgullosos y que muestran mil y una caras diferentes de la hermana menor de la Canarias.

2. Una ruta por sus miradores

Una vez en El Hierro, con el mapa en el móvil o en el coche si eres de los analógicos prevenidos (no siempre dispones de cobertura) y este otro reportaje de Guía abiertos, podrás acercarte a cada recodo de la isla desde una perspectiva increíble. Sus miradores son increíbles.

La mirada de la isla vertical

Mujer en uno de los balcones del Mirador de la Peña.

El Valle del Golfo visto desde el Mirador de la Peña es impresionante.

Las subidas y bajadas en la isla de El Hierro (Canarias), fruto de esas montañas y acantilados de vértigo, hacen de muchas paradas un mirador espectacular. Afortunadamente, los herreños marcaron hace tiempo los puntos más interesantes para ver el paisaje desde arriba y alucinar con la variedad de estampas que regala la isla dependiendo del lugar en el que se encuentre el viajero.

3. Tres planes en uno: Ecomuseo de Guinea

Pese a ser una de las más pequeñas, la desbancó La Graciosa cuando fue reconocida como la octava isla, tiene muchos planes para grandes y pequeños. El Ecomuseo de Guinea, además de aportar mucho sobre la historia de los habitantes herreños, permite visitar un tubo volcánico y su famoso lagartario.

De tubos volcánicos, lagartos gigantes y poblados históricos

Mujer entrando en el poblado

Este es el primer asentamiento en el Valle del Golfo.

El Hierro se ha consolidado como una opción turística de lo más diversa. Más allá de sus increíbles piscinas naturales, sus árboles de película o sus pueblos encantadores, entre otras maravillas, ofrece otro tipo experiencias para aprender mucho más sobre la idiosincrasia de la isla, como su Ecomuseo de Guinea, situado en el Valle del Golfo. Durante su visita se puede conocer un poblado antiguo herreño, un tubo volcánico y un lagartario. Un todo en uno completísimo.

4. Piscinas naturales para todos los gustos

Las buenas temperaturas permiten que, incluso con un clima primaveral, apetezca darse un baño en invierno y si de algo presume El Hierro es de piscinas naturales por todo su litoral. Un espectáculo no solo para tu Instagram, sino también para el recuerdo de unos charcos de una belleza inigualable.

Playa, ¿para qué te quiero si tengo El Hierro?

Poza principal del Charco Azul

Las aguas del Charco Azul representan muy bien los colores de la isla.

De aguas cristalinas, colores verde esmeralda y turquesas, recogidas en formas volcánicas imposibles, las piscinas que salpican aquí y allá las costas de El Hierro son mucho más que un lugar en el que refrescarse. Se han convertido en un punto obligado de visita para conocer a fondo la isla y deleitarse con sus maravillas naturales adaptadas por la mano del hombre.

5. Los árboles más famosos

Si a estas alturas de la ruta no has percibido aún lo especial que es El Hierro, cuando te pongas a visitar sus árboles más famosos ya no quedará ninguna duda del asombroso lugar al que han venido a desconectar.

Los protagonistas de película de El Hierro

Una sabina en la zona occidental de la isla muestra a través de la forma de su tronco su lucha contra el viento

Una sabina en la zona occidental de la isla muestra, a través de la forma de su tronco, su lucha contra el viento.

La magia de El Hierro se extiende a través de sus paisajes encandilando al visitante de tal manera que la fantasía se hace realidad de las formas más inverosímiles. Sus árboles, por ejemplo, cargan con el peso de una fama mucho más que justificadas entre sabinas despeinadas o copas frondosas capaces de llorar agua. Los árboles de El Hierro podrían encarnar, además, la imagen real de cualquier árbol protagonista de película.

6. Un bosque fantástico

Las sabinas o el Garoé son una revelación inefable, pero si uno quiere profundizar en la seductora naturaleza herreña, hay que darse un paseo por su bosque de la Llanía, una inmersión en El Señor de los Anillos en una ruta senderista fácil y preciosa.

Un bosque húmedo y refrescante para cualquier día del año

Ruta Senderista la Llania. Mujer al final del camino de árboles

Las luces y las sombras las dibujan a su antojo los árboles del bosque.

La ruta de la Llanía es uno de los senderos más populares de los muchos que surcan  la isla de El Hierro. Prácticamente toda la isla se puede recorrer a pie realizando las rutas que proponen para los amantes de las caminatas. Sin embargo, esta es sencilla, apta para toda la familia, y en su corto trayecto cuenta con una bosque, que bien podría haber sido en el que se perdieron Hansel y Gretel; la  caldera volcánica mejor conservada de la isla; dos miradores fascinantes; y hasta un bailadero de brujas.

7. Clara Lago también se enamoró de la isla

La comparación de sus bosques con la mítica historia de Tolkien no lo decimos solo nosotros, también lo asegura la actriz Claro Lago.

"Los bosques de El Hierro son como los de El Señor de los Anillos"

En 'Gente que viene y bah!' su protagonista, en crisis, vuelve a su pueblo, San Esteban. Foto: Facebook.

En 'Gente que viene y bah!' su protagonista, en crisis, vuelve a su pueblo, San Esteban. Foto: Facebook.

Actriz, vegana, deportista. Clara Lago es uno de los rostros del cine español más taquilleros y lo será de nuevo este año que estrena varias películas. Pero este trajín profesional no impide que se enamore de escenarios de rodajes como la isla de El Hierro; que lleve siempre en su maleta (por si acaso) cereales para desayunar, o que se escape a su restaurante favorito 'Floren Domezáin', en Madrid, a comer verduras ricas.

8. La piña tropical herreña

Es difícil pasar por El Hierro y no hablar de uno de sus cultivos más famosos: la piña tropical. No te marches de la isla sin probarla.

La niña mimada de El Hierro

Carlos y Águedo Castañeda, junto al joven que recoge la piña con ellos, en una de sus fincas de cultivo de esta fruta tropical en El Hierro.

Los hermanos Castañeda, junto al joven que recoge la piña con ellos, en una de sus fincas de Frontera, El Hierro.

Rica en vitamina C y una joya para la digestión de proteínas, la piña tropical es una fruta con un largo recorrido ya sea cruda, en zumos, asada o como ingrediente especial en algunos platos (y no, no hablamos de la pizza). Sin embargo, poco se sabe del cultivo de esta fruta de fragancia dulzona y sabor intenso. Por ser tropical, está muy asociada a otras latitudes, sin embargo, en el Valle de El Golfo, en El Hierro, crece bajo la protección y el cariño de los herreños como una auténtica niña mimada.

9. Dormir en el fin del mundo

El Parador Nacional de El Hierro está en la bahía de Las Playas donde termina la carretera que llega del puerto. Ni más ni menos. Parece el mismísimo fin de la isla y para el que busque perderse en una desierta, este es su lugar.

El amanecer perfecto para un náufrago (de lujo)

Vistas desde la terraza de la habitación del Parador de El Hierro, en Canarias.

Las vistas desde las habitaciones que dan al mar son un espectáculo a cualquier hora.

El 'Parador de El Hierro' no tiene más compañía que el océano Atlántico y la inmensa montaña que lo bordean. Si uno viene buscando bullicio, restaurantes, tiendas o fiesta, definitivamente este no es su lugar. Aquí la verdadera protagonista, más allá del huésped, es la quietud que nada a sus anchas en este enclave que sorprende a desmano del resto del planeta. El lugar perfecto para amanecer tras naufragar en una isla desierta.

10. O en el hotel más pequeño de la Tierra

Durante mucho tiempo, el ‘Hotel Puntagrande’ fue más conocido por tener el récord Guinness del hotel más pequeño del mundo. Hoy puedo presumir de otros muchos encantos.

El lujo de dormir anclados a la montaña

Vista del 'Hotel Puntagrande' que permite apreciar su forma de buque en el mar en la isla de El Hierro.

El 'Hotel Puntagrande', con su forma de buque, desafiando al mar.

Encajonado en un saliente de los acantilados de la isla de El Hierro, el 'Hotel Puntagrande', catalogado como el más pequeño del mundo, fondea tranquilo con su aspecto de buque, entre la belleza de un mar embravecido, que choca una y otra vez contra la costa más dentada de la isla, y las imponentes montañas del Valle de El Golfo. Un lujo increíble, por dentro y por fuera, al que anclarse uno mismo y navegar entre el descanso y la desconexión. 

11. Dónde comer: una experiencia aborigen

Para degustar algo más que la comida típica herreña, te recomendamos que reserves en ‘8 aborigen’, en la zona de Frontera. Pruébalo y luego nos cuentas.

El chef indígena del siglo XXI

Cebolleta a la brasa, con salsa de quesadilla de El Hierro y castaña negra envuelta en sobrasada de algas.

Cebolleta a la brasa, con salsa de quesadilla de El Hierro y castaña negra envuelta en sobrasada de algas.

El cocinero Marcos Tavío se ha instalado en la ‘isla del Meridiano’, después de convertirse en un aborigen itinerante durante la pandemia. La oda culinaria que realiza al mundo indígena desde su restaurante '8Aborigen' (Un Sol Guía Repsol 2024), en El Hierro, es etnografía, antropología y arqueología del sabor: una experiencia gastronómica circular, sostenible y con identidad.

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