Muralla Romana

Lugo, Lugo

Qué ver

Un lazo con casi dos mil años de antigüedad envuelve la ciudad para regalo. Y no es para menos, Lugo esconde cientos de sorpresas inimaginables en forma de monumentos y bellezas históricas que necesitan que alguien las presente como verdaderamente se merecen. Qué mejor que la muralla romana mejor conservada del mundo para guardar la ciudad más antigua de Galicia. Ella es tal cual era hace 1700 años. Sí, tiene algún retoque, pero nada que le aleje de su primitiva apariencia. Es por eso por lo que simplemente acercarse hasta la muralla de Lugo permite captar a la perfección el pensamiento romano de aquella época. El que dibujó estas piedras consiguió repartirlas entre más de ochenta torres que compartían la vigilancia de la importante Lucus Augusti. Un soldado de piedra de siete metros de alto que abrazaba toda la villa para no soltarla nunca. Ahora ese gendarme ya no separa, sino que une. Enlaza Lugo con la historia romana, con el casco histórico y con su propia hegemonía. Sus diez puertas hermanan el casco antiguo con el resto de la población ya que no es necesario enfrentarse a ningún imperio. Ahora, muralla tranquila ve pasar el tiempo en un merecido descanso guerrero, observando a los corredores que se adhieren a su paseo de Ronda da Muralla o a los fotógrafos amateur que sobrevuelan con su cámara los tejados de las casas. Esta fortaleza del año 13 a. C ahora es un icono de la península Ibérica, un patrimonio que Lugo ha tenido que regalar a la humanidad y preservar como un bien de interés cultural.