Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
La necesidad de mantener temperatura y humedad controladas para conservar las obras de arte que albergan, hace de los museos una de las opciones más recomendables para cobijarse del calor sahariano que padecemos estos días en Madrid.
Entre los miles de pinturas que acogen los tres museos principales del Paisaje de la Luz -Reina Sofía, Prado y Thyssen-Bornemisza-, incluido por la Unesco en la lista de Patrimonio de la Humanidad, abunda la temática de mares, ríos, playas y ese agua que tanto buscamos estos días. Su visión atenúa un poco más el ambiente tan caldeado que vivimos.
En el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, por ejemplo, aguardan obras tan evocadoras de un ambiente estival lúdico y amable como Las nadadoras, de Pablo Picasso, y La pareja en la playa, de Josep Togores. Desde una sala cercana, parece que les contempla Ana María, la hermana de Salvador Dalí, retratada en Muchacha en la ventana, una de las pinturas más conocidas del pintor catalán, asomada a la ventana de la casa familiar de la bahía de Cadaqués. El mismo Dalí es autor de Desnudo en el agua.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza es la siguiente parada. Por seguir tras la pista de los pinceles de Dalí, cuelga en las salas de las obras permanentes y no es exactamente un lienzo de temática marina o playera, pero Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar es una pinturas que refresca subconscientes.
En la flamante colección de pintores americanos, el mar y las costas abundan. También el frescor de la nieve y las montañas, y los lugares remotos que asociamos al verano y sus viajes. Desde la pintura italiana del Renacimiento a las vanguardias europeas, sin olvidar el Impresionismo, el Expresionismo y otras corrientes reunidas, seguir la pista de estas temáticas es pasar unas buenas horas en las frescas salas y galerías del museo.
Puede empezarse por el Mata Mua, de Paul Gauguin, el cuadro más famoso del museo después de su regreso a la capital por unos cuantos años. Nos lleva a esos mares del sur tantas veces soñados. En las mismas salas de la colección de Tita Cervera, cuadros como La playa de St. Malo, de Maurice Brazil Prendergast, es un viaje al verano de sol, arena y sombrillas.
A unos pasos, en el Museo del Prado, el agua rebosa de los lienzos. Protagonista de un centenar largo de obras, nos detenemos en las salas de la pintura española del siglo XIX. Es el lugar de Desnudo en la playa de Portici, de Mariano Fortuny, y parajes tan cambiados desde aquellos tiempos como Desembocadura del Bidasoa, de Martín Rico, y las marinas de Carlos de Haes de Lequeitio, Torremolinos y otros lugares de las costas españolas, sin olvidar el frescor que destilan sus paisajes de Picos de Europa y la Sierra de Guadarrama. No puede quedar fuera Joaquín Sorolla, con uno de sus cuadros más representativos: Chicos en la playa.
Aunque, sí lo que se quiere es cumplir con el imposible de ir a la playa en Madrid, el Museo Sorolla es el destino más adecuado. El pintor de la luz tuvo en el Mediterráneo su inspiración más conocida y en sus playas el motivo más recurrente. En el palacete que fue casa del gran artista valenciano, es fácil olvidarse por un rato del agobio veraniego frente a la brisa marina, el rumor de las olas, el sol sobre la piel y el olor del Mare Nostrum que recogen cuadros como El balandrito, Paseo a orillas del mar y Corriendo por la playa.
Sin abandonar los museos, estos días es obligada la exposición recién inaugurada de la fotógrafa italiana Tina Modotti, muchas de cuyas obras cuelgan en el Museo Cerralbo. Recoge la muestra lo mejor del trabajo de la artista italiana durante el tiempo que vivió en México en la primera parte del siglo XX.
Colabora durante un tiempo del norteamericano Edward Weston, aunque no tarda en desarrollar su comprometido carácter feminista y social por el que es conocida y que, a pesar de su corta trayectoria, la ha convertido en figura imprescindible del fotoreporterismo.
Sorprende en los retratos, paisajes y escenas de la vida cotidiana de Tina Modotti su depurado estilo que, transcurrido un siglo desde entonces, mantiene una estética rabiosamente vanguardista. Los jueves es día de visita gratuita, opción más que interesante para, junto a la exposición, descubrir este delicioso museo y su íntimo jardín, situado al lado de la Plaza de España.
Los paseos musicales han vuelto este verano al Real Jardín Botánico de Madrid. De la mano del conocido músico Ara Malikian, se han presentado Los paseos musicales, experiencia musical nocturna que hacen olvidarse del agobio estival.
Al fresco de la noche, entre los parterres florecidos y bajo árboles monumentales, disfrutar las conocidas obras del compositor italiano Antonio Vivaldi es una opción que permite huir del horno callejero madrileño. Música clásica y naturaleza en el centro de la ciudad, una opción inolvidable.
A la caída de la tarde, entre 32 y 23 horas y con ocho pases diarios, enclaves del Botánico como la Rosaleda y la Glorieta de los Plátanos desbordan estas noches de notas de viola, violín, cello, flauta, trompeta, tuba y otros instrumentos.
El Teatro Real es otra posibilidad para refugiarse en la música del agobio de las altas temperaturas. Hasta el 22 de julio y bajo la dirección del director húngaro-alemán Andreas Homoki se representa Nabucco, una de las obras más reconocidas de Giuseppe Verdi, adaptación de una tragedia clásica con libreto de Temistocle Solera.
La ópera consta de cuatro actos y narra la conquista de Jerusalén por Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la expulsión de los judíos. La representación en el Teatro Real es una coproducción con la Opernhauss de Zurich y cuenta con vestuarios de Susana Mendoza y escenarios minimalistas de Wolfgang Gussman.
El reparto incluye a Luca Salsi, George Gagnidze, Gabriele Viviani, Michael Fabiano, Dmitry Belosselsky, Anna Pirozzi, Silvia Tro y Simon Lim entre otros artistas.
Clásicos como Al final de la escapada, Un perro andaluz y El padrino, y estrenos como Jurassic World: Dominion, Alcarrás y Elvis. Hasta el 8 de septiembre, en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, el Ayuntamiento de Madrid celebra una nueva edición de Cibeles de Cine, selecta y amplísima programación de grandes éxitos de la historia del cine donde siempre se encuentra una película al gusto.
Además de las sesiones de películas, en el Palacio de Cibeles tienen lugar otros eventos como Cinetronik, cine mudo con banda sonora de música electrónica en directo, y live shows como los de Jackwastaster y Daniel Van Lion. El palacio cuenta también con un espacio de restauración abierto durante el horario de los espectáculos. Las entradas pueden adquirirse en la web del evento por 6 euros, más 0,50 euros por gastos de gestión.