Casco histórico de Ribadeo

Ribadeo, Lugo

Qué ver

Ribadeo demuestra su amor por el arte en cada rincón. Sorprende al visitante cuando pisa la localidad dado que aporta más de lo que uno se imagina. No es solo porque la playa de las Catedrales sea una de las más impresionantes de España sino porque Ribadeo gusta de asombrar al turista poco a poco, irlo convenciendo de que no hay otro lugar en el mundo tan especial. Su casco histórico es buena muestra de ello. Pintado a mano alzada, sorprende su paseo por la arquitectura indiana, los colores vivos, las calles empedradas, los castillos (San Damián), los preciosos jardines y los extraños edificios. Como pintadas a carboncillo se retratan las casas de armas con sus escudos en la puerta y su retórica de grises piedras que ennoblecen, más si cabe, este dibujo de casas blasonadas.
Pero para ‘buen retrato’ de Ribadeo, el de su centro neurálgico: plaza de España, parte del conjunto histórico de la villa y de la ría de Ribadeo. La plaza de la villa donde todo es posible. El siglo XX levantó en esa enigmática explanada uno de los edificios que representarían a Ribadeo de forma insigne: La Torre de los Moreno. Un monumento que se alza como un castillo en medio de una villa marinera. En él, el impresionismo ha impregnado de color y de extrañas formas los muros que lo forman, dándole carisma a uno de los monumentos más representativos de la localidad. Pero no está solo. Esa plaza que lo cobija gusta además de los contrastes, de los bocetos que sugieren temas modernistas con el clásico lápiz que dibuja la piedra. Como el otro edificio con el que comparte espacio, el precioso pazo de Ibañez. Así sorprende Ribadeo, sin ocultar su corazón artístico ante los templos naturales que se esparcen en su playa, sin ocultar la belleza interior que guarda para los curiosos que se adentran en el interior de la villa.