Iglesia de Sant Esteve de Olot

Olot, Girona/Gerona

Qué ver

¿Ves ése perfil imponente y ése campanario? anuncian la casa de Dios y la de Sant Esteve. Acércate; asciende las escaleras majestuosas. ¿Impone su volumen, verdad? Mientras subes, déjame advertirte que una colección sacra espera al entrar en este templo emblemático de la ciudad de los volcanes. Pero aguarda; concédele un minuto a la fachada (1800) tres vacías hornacinas, antiguas repisas de tres santos, te mostrarán por sí solas la calidad del sitio en el que estás a punto de entrar. Arcos en forma de llave emergiendo de las columnas con apariencia de herradura sostienen el altar mayor del arquitecto Joan Carles (1827), acompañados de ángeles y guirnaldas, mientras seis pinturas artísticas representan para ti la muerte de Cristo. ¿Sin aliento? Adéntrate más; bucea entre las policromadas piezas barrocas, llena tus pupilas con el dorado y el plateado de una cruz gótica, no te saltes la Dolorosa de Ramón Amadeu. ¿Maravilloso, eh? Todo eso no ha sido más que un aperitivo; en el Museo-Tesoro hay más grandezas que ver. Imposible enumerar todos los tesoros que guarda con celo, eso sí, basta señalar que el Retablo del Rosario (s. XVIII por Pau Costa) es uno de los platos fuertes; el Cristo, de hecho, te recibe cuando traspasas el presbiterio mientras se abraza a la Cruz del Greco (1580-1585) abrazando su destino, abrazando su muerte... ¿Por qué permites que te lo cuente? Ven y capta la belleza de este templo en toda su intensidad. Antes de salir, concierta la cita por teléfono. Y al terminar, no descartes visitar también el Claustro de El Carme o el Santuario de la Mare de Déu del Tura.