Ruta de Isabel la Católica

Medina del Campo, Valladolid

Qué ver

Tanto le gustaba a Isabel la Católica la localidad vallisoletana de Medina del Campo, que eligió pasar allí los últimos días de su vida. La habitación principal del Palacio Real fue el escenario de su muerte, el 26 de noviembre de 1504; fue el lugar donde dictó sus últimas voluntades y en el que hoy puede visitarse la recreación de las dependencias de los monarcas. Es la primera parada de un recorrido que debe continuar en el convento de Santa María la Real, donde vivió su abuela, Doña Leonor Urraca, que fue quien le inculcó el amor por los paisajes castellanos y la devoción por la Virgen de las Angustias, cuya capilla se encuentra en la iglesia colegiata de San Antolín.
La Torre del Homenaje del castillo de la Mota de Medina es el último lugar donde la reina Isabel pudo ver a su hija Juana, a la que mantuvo recluida allí para evitar que se reuniera con su esposo. Un robusto edificio triangular, de apariencia modesta y fachada clasicista, cobija las Reales Carnicerías, el mercado donde se abastecía de carne a los monarcas y que aún sigue funcionando. Después de otear los puestos en busca y captura de regios manjares, hay que acarrearlos hasta la Plaza Mayor e imaginar los tiempos en los que se proclamaban sus bondades a voz en grito en las Ferias que Isabel la Católica elevó al rango de oficiales del reino, y cuya tradición se recoge, con todo lujo de detalles, en la Fundación que ocupa la antigua iglesia de San Martín. Medina del Campo conserva, como oro en paño, su legado testimonial, que se encuentra por todos los rincones de la localidad y parece simular un gigantesco y realista decorado de cine.