Catedral de Nuestra Señora de los Remedios

Mondoñedo, Lugo

Qué ver

La Catedral de Mondoñedo sobresale, brillante, entre los tejados oscuros de los edificios que la rodean, coronada por el verde de la vegetación que inunda esta comarca. Sus dos torres son impresionantes, con sus ornamentos y campanas, parecen realmente capaces de congregar a las gentes de media Galicia. La fachada está llena de escudos y relieves llenos de significados y, cada vez que se mira, se descubre un detalle nuevo. Aunque lo que es imposible que pase inadvertido es el enorme rosetón de cinco metros de diámetro que gobierna estos muros, capaz de iluminar las tres naves del interior incluso en los días más oscuros. Ya dentro, las vidrieras maravillan al visitante con sus colores y detalles. La sobriedad de sus muros y columnas contrasta con los volúmenes y brillos de su altar mayor, de estilo rococó. A lo largo de los siglos, desde que se comenzara a construir en el XIII, la catedral ha pasado del románico al gótico y al barroco, y ha vivido reformas y sustituciones, como la del coro, en origen de madera pero luego sustituido por otro del mismo material en el s. XVI. El claustro se hizo después, en el XVII, sustituyendo al primitivo; por él se puede pasear, a través de las columnas dóricas y sus arcos de medio punto.