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La cantante y compositora mexicana Natalia Lafourcade ha viajado hasta la raíz de la cultura musical de su país para publicar Musas: Un Homenaje al Folclore Latinoamericano en Manos de Los Macorinos Vol. 2. Con él bajo el brazo recorre Europa en una gira que pasará por Ferrol, Madrid y Barcelona. Quedamos con ella en la capital.
La comida española me encanta. Me tocó ir a un lugar típico, típico, 'Casa Lucio', me gusta. El mercado de La Reina tiene un salmorejo que me encanta, el Mercado de San Miguel también me gusta mucho… pero sobre todo los lugares como muy locales, como sucios, que tiran la servilleta y así, y te venden la caña con la tapa... ¡esos me encantan! Que están los señores, grandes, que se ve todo en las barras… Siempre acabo metiéndome en lugares de esos. Hay uno que está cerca del 'Café Berlín', justo enfrente de la placita en la esquina… Me gusta meterme a comer jamón ibérico, cerveza y pimientos de padrón, podría comerme un plato entero yo sola, me encanta.
Me encanta la buena paella, lo que hacen con los mariscos, las tapas de sardinas, las patatas bravas, ¡el vino!
Una vez me tocó hacer un viaje al Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur en Sallent de Gállego. Me encantó ese lugar, quisiera volver. Fui a dar un concierto y nos quedamos un par de días. Recuerdo bajar por unas praderas y ver unos ríos bellísimos.
Era muy chiquita, tenía como 19 años. Recuerdo que vine con mi primer disco, era verano y hacía muchísimo calor. Fue muy intenso el viaje porque llegamos al hotel directos del aeropuerto a empezar la promoción. Me tocó todo el jet lag dando entrevistas, yo estaba así, como que me quería morir. Recuerdo caminar por Gran Vía, ver toda la arquitectura, que fue la primera vez que fui a la Fnac, nos llevaban a tomar cañas y el pulpo a la gallega, ¡es de mis platos favoritos, en México y en el mundo!
Y luego tengo memorias padrísimas de muchos viajes que hice. Por ejemplo, cuando estaba grabando Mujer divina me tocó venir en la semana del Orgullo Gay. Y eso fue maravilloso porque el contraste era increíble y muy extremo. Entonces, grabábamos en Chueca, en un departamento de Jorge Drexler; allí nos metíamos, cerrábamos las puertas y todo era silencio para ponernos con el disco. Y de repente decíamos, bueno vamos a abrir tantito las puertas y las ventanas a tomar aire y era un ohhhh, la fiesta del Orgullo Gay. Entonces nos decíamos: 'bueno, vamos a comer por ahí'. Salíamos de ese contexto al desfile con cientos de miles de personas en la calle, fiestas, disfraces, colores… y de nuevo al estudio. Y de eso hasta mi último viaje que hice a Madrid, que decidí regalarme diez días por acá. Fui a Toledo. Estuve frecuentando casi todos los días el parque de El Retiro, que es mi casa. Lo considero, y es, mi casa en Madrid, mi baño es el Palacio de Cristal que es bellísimo…
La Sagrada Familia es de esos lugares, como Notre Dame, que me robaron el aliento, que cuando los vi me volví adicta y fan de Gaudí. Me compré libros y me los llevé para México, los investigué… Es de esos lugares que ahora que volvamos a Barcelona intentaré visitar.
No…
¡Obvio! Todo el mundo me dice lo mismo, como que te comes un jitomate y es un universo.
No, y la verdad que me lo he pasado mejor cuando me he quedado en casa de mis amigos. Mis mejores memorias son, por ejemplo, una vez que me dejaron un departamento muy cerca de la plaza mayor y de edificios antiguos, con unos balcones preciosos, con un ascentor antiguo… Estuve diez días sola, compuse canciones… no recuerdo exactamente cuáles, pero era para el disco Hasta la raíz.
Ahorita mismo estoy leyendo… Estoy haciendo un curso por segunda vez de una mujer que se llama Julia Cameron creo que se llama El camino del artista, que está bien. Y estoy leyendo un libro de Clarice Lispector que se llama Un soplo de vida. Ese libro me está volando la cabeza. No tengo interés en leer ningún otro libro más, quiero devorarme ese hasta que lo entienda. Lo estoy leyendo con mucha calma, voy, regreso y así.
Pues ahorita realmente todo lo que viajo tiene que ver con ir a tocar o promover mi disco, excepto estos diez días que aproveché la promoción para venir antes y ver a amigos, pero estoy pasando por un proceso en el que lo que más quiero es ir a mi casa. Cuando tengo días libres, no viajo a ningún lugar, me voy a mi casa. Eso es lo que más deseo en este momento.
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