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Acaba de comenzar su segunda temporada como presentador al frente de La Resistencia en #0, y es uno de los cómicos españoles con mayor proyección. Broncano presume de su tierra, Jaén, donde está su familia, y ese viaje de Madrid a su pueblo es una de sus rutas más habituales, aunque siempre que consigue sacar unos días libres prepara una mochila con crampones, ya que viajar, la montaña y la escalada son sus grandes pasiones.
Me gusta mucho conducir en la ruta hacia Zarautz y Getaria, que va por la costa del Cantábrico, porque es precioso el paisaje. Hay otra que me encanta cerca de mi pueblo, por la Sierra de Segura, en Jaén, que además tiene varios miradores donde disfrutar. Aquello es gigante y está muy perdido; hay unas carreteras que suben hasta Santiago de la Espada (municipio de Santiago-Pontones), que es un pueblo que está muy escondido y me encanta.
Por aquella zona hay muchos restaurantes muy buenos, pero hay uno especial, que está a ocho horas de cualquier lado de España (ríe), en la pequeña aldea La Parrilla, donde no hay nada. Se llama 'Madreselva' y allí voy siempre que tengo ocasión. Es un sitio muy bonito para hacer un alto si vas por la zona, porque está en medio del campo, aislado. Es perfecto para descansar y desconectar. Hacen una comida de muchísima calidad y casera, cualquier tipo de carne, como el chuletón o las costillas de cordero, merece la pena pedirla.
Acabo de estar en 'El Celler de Can Roca' (3 Soles Repsol) y es mi preferido de este año; es el primero de mi ruta gastronómica. Merece mucho la pena porque es toda una experiencia, pero no es para ir todos los días.
En Malasaña, uno de mis barrios favoritos en Madrid, tengo varios, pero me quedo con el restaurante 'Circo de las Tapas' (c/ Corredera Baja de San Pablo, 21). Me gusta muchísimo por la decoración y porque se come como en casa. Tiene tapas y un menú diario con un poco de todo: ensaladas, hamburguesas, pasta... y a buen precio. Es perfecto para quedar a comer con una buena charla.
Mi plato favorito son las conchas Codac, de bollería industrial, lo prometo, pero también los torreznos. La última vez que los tomé fue en un bar de León. Estaba cerca de un restaurante que me impresionó mucho, dentro de unas cueva muy famosas allí, Las Cuevas de Valdevimbre. Había varios y comimos en uno de ellos, que era como una especie de bodega. Allí es típica la carne a la parrilla, sobre todo los chuletones y las chuletillas, y hay tortilla guisada. Todo tiene bastante éxito.
La barra de bar perfecta para charlar con amigos o estudiar nuevos proyectos es la del 'Federal Café' (Plaza de las Comendadoras, 9. Madrid). Tiene grandes ventanales que dan mucha luz y también está genial la terraza cuando hace buen tiempo. Es ideal para ir con amigos a desayunar o el brunch y quedarte durante horas.
Hay un refugio en Monte perdido que me gusta mucho, el 'Refugio de Goriz', y lo disfruto porque me apasiona la montaña. En la Sierra de Gredos está el hotel 'Nabia', en Candeleda, que es súper bonito. Tiene vistas al valle, es pequeñito pero es un lugar privilegiado. Te permite subir a escalar, que es uno de mis planes favoritos, y hacer senderismo por la zona. Luego bajas a descansar y se está allí muy cómodo también sin hacer nada.
En Jaén hay un sitio maravilloso que se llama 'El Cortijo de Ramón' que nunca defrauda. Está en un lugar precioso, en una arboleda en medio del Parque Natural de las Sierras de Cazorla y Segura. Es la leche, porque además hace siempre buena temperatura y tiene un río muy cerca. Puedes quedarte a dormir, al tratarse de una casa rural, y también tiene un restaurante donde se come genial. Hay gente que hace rutas en moto o en 4x4 y para a recargar pilas allí. Es un rincón con mucho encanto y diferente a todo, perfecto para aquel que busque tranquilidad.
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