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Tiene algo de onírico, como de viaje hacia un universo paralelo, el trayecto en barco que lleva desde el puerto de Ibiza hasta la deslumbrante Formentera. Apenas una hora de balanceo al compás de las olas que ayudan a que, poco a poco, el ritmo vital desacelere. Todo va adquiriendo un carácter más relajado cuando, allá en el horizonte, comienza a intuirse la silueta de la más pequeña de las Pitiusas, que aguarda a que pongamos los pies en tierra firme para demostrarnos que, en este rinconcito del mundo, hay lugar -debe haberlo- para la desconexión.
Las pulsaciones seguirán relajándose según continuamos el viaje, esta vez por carretera y bajo un sol primaveral que augura un verano pletórico, hasta la localidad de Es Pujols, famosa por concentrar, llegada la temporada alta, toda la actividad que uno puede buscar en época estival en la isla. Restaurantes por doquier, chiringuitos y bares de copas, tiendas de recuerdos, galerías... y un hotelito-boutique, ‘Mar Suites Formentera’, en cuyas entrañas aguardan todos los placeres del mundo.
“El hotel abrió el 27 de julio de 2023, así que el año pasado fue la primera temporada que hicimos completa”, nos comenta Miguel Servera, director del hotel. De habla pausada, con un ánimo que denota el orgullo que siente por el proyecto al que acaba de tomar las riendas, nuestro anfitrión no tarda en revelarnos quiénes se encuentran verdaderamente tras él. “La propiedad es Antonio Mérida, de Marcapital, pero la gestión es de Universal Beach Hotels, una compañía suiza que cuenta en Mallorca con 19 hoteles. Eso sí, este es el primero que gestionan en Formentera”, apunta.
Tras hacer el correspondiente check-in en el pequeño espacio interior que funciona a modo de recepción, llega la hora de explorar. ‘Mar Suites Formentera’ ocupa el solar donde, hasta hace solo unos años, se desplegaba un frondoso pinar, y en el punto exacto donde ahora se halla la piscina, que tienta sin pudor alguno a que nos zambullamos en sus aguas, hubo en el pasado una casita de pescadores. ¿Lo más curioso? Absolutamente todos los espacios comunes -la zona de desayunos y las mesas del restaurante, entre otros- son exteriores: nada de enormes edificios ni de construcciones anodinas. ‘Mar Suites Formentera’ es pura conexión con la vida.
Y, ahora sí, nuestra habitación. El hotel cuenta con un total 31 suites divididas en cuatro categorías diferentes -Pool Garden Studio, Pool Garden Suite, Sky Suite y Grand Sky Suite- con tamaños que abarcan entre los 25 y los 50 metros cuadrados, repartidas en dos edificios contiguos, organizados en torno a las zonas comunes. Dentro, la amplitud en todo su concepto: espacios diáfanos que albergan desde una coqueta salita de estar a una pequeña cocina, baño y dormitorio, todo en uno, pero a la vez, diferenciado. Tras el estudiado diseño de interiores se encuentra Carde Reimerdes, alemana asentada en Mallorca, que defiende un estilo muy personal y que, desde hace años, es asidua colaboradora de la propiedad.
Y nos fijamos a nuestro alrededor para continuar analizando: aquí los protagonistas son los materiales naturales, por eso no faltan las maderas y la caña, los textiles de lino, el yute, la piedra, las cerámicas y los colores neutros, terrosos, que confieren al lugar un aire acogedor del que no apetece salir jamás. O quizás sí, porque pronto vemos al otro lado de los ventanales del salón una pequeña terraza con piscina privada -si nos alojamos en las suites de la planta baja- o un balcón con escaleras a una azotea con un espectacular jacuzzi -si lo hacemos en la primera-, que nos llevarán a querer probarlos cuanto antes.
Propuestas y servicios que no dejan de sugerir y alentar al descanso y a la desconexión. A que dejemos las horas pasar sin mirar el reloj y olvidarnos del mundanal ruido en nuestro particular refugio... hasta que toque regresar. “El hotel es para familias, aunque el tipo de turismo que suele venir a Formentera es de parejas sin niños. Los hay, pero el turismo de familia en Baleares es cierto que suele irse más a Mallorca o a Menorca. Aquí es muy residual”, nos comenta Miguel. Y, aprovechando que hacemos un análisis al huésped-tipo de ‘Mar Suites’, añade: “Está sorprendiendo mucho la cantidad de clientes americanos que llegan, que normalmente nos encuentran por dos vías: bien porque están haciendo una ruta por Europa y paran en Ibiza, bien por la conexión directa que, desde hace unos años, une Mallorca con Nueva York”. Cuando de hablar de Europa se trata, las cifras están muy claras: un 60 % para Italia, un 25 % para España, y el resto, para los demás.
Pues, más allá del descanso, viene más relax y, para ello, habrá que colocarse, ahora sí, el traje de baño, que ya toca jugar un poco al vuelta y vuelta bajo el sol desde las elegantes hamacas que se despliegan en el solárium junto a la piscina. Las hay estables y que se balancean, que reposan a la sombra de una de sus sombrillas y las de estilo cama-balinesa. Sea como sea, lo que no podrá faltar en este contexto será alguno de los cócteles que preparan en el pool bar, un pequeño chiringuito donde los materiales naturales siguen siendo los elegidos y desde el que preparan refrescantes aperitivos y algo de picar. Coordinando esta parte del hotel se halla María, cordobesa afincada en Formentera durante la temporada estival, que no escatima en cuidados y atenciones a la hora de asegurar que las vacaciones de sus huéspedes resulten lo más agradables posibles.
Y ahí, precisamente, es donde se encuentra el reto, el objetivo de ‘Mar Suites Formentera’. “Lo que hace especial nuestro hotel es, sinceramente, el servicio que intentamos dar. Hoteles bonitos hay muchísimos y en Formentera, cada vez más. Pero procuramos fomentar el llevarnos bien entre nosotros y que eso se transmita al cliente... Intentamos que sea exclusivo, pero personalizado y cercano. Lo que queremos es que los clientes vuelvan. Ya empezamos a tener reservas de clientes repetidores y ese es el mejor de los premios”, sentencia Miguel.
No faltan las opciones en ‘Mar Suites Formentera’ para los más deportistas; tampoco para aquellos que quieren dejarse mimar. En la parte trasera del hotel, un espacio acotado, pero también al aire libre, cuenta con diversas máquinas de fitness diseñsingulares pesas. Una habitación aledaña esconde otro rincón donde aguarda una sala de masajes cuya carta de tratamientos es pura fantasía: desde rituales antiestrés a deportivos, enfocados a la belleza o a recuperar la luminosidad del rostro tras un largo día de playa. Por si esto fuera poco, la oferta wellness cuenta también con sesiones de yoga a manos de una monitora experta en la materia con la que completar un día perfecto de vacaciones.
Pero, si existe una apuesta en firme en la temporada 2025 por parte de ‘Mar Suites Formentera’, esa es la gastronómica. Y para ello han inaugurado en abril de este año, con el asesoramiento culinario del madrileño ‘Saddle’ (2 Soles Guía Repsol), su restaurante ‘Es Garrover’. “Queremos apostar por hacer un producto enfocado al lujo, pero también adaptado a Formentera. Una carta gustosa, mediterránea, con opciones veganas, vegetarianas o para niños”, apunta Miguel.
En cocina, inmerso entre cacerolas y sartenes, bandejas y mucha vocación, el capitán de este barco, el chef Jorge Marqués, se concentra en sacar adelante deliciosas recetas repletas de creatividad y sabor, estudiadas durante meses desde el cuartel general en Madrid. Su trayectoria, que le ha llevado a formarse y a trabajar a los fogones de exclusivos restaurantes por toda la geografía española -desde el restaurante del ‘Hotel Balneario Las Arenas en Castellón’, al del ‘Ibiza Gran Hotel’ o ‘Kaido’ (1 Sol Guía Repsol)- le aporta ese conocimiento necesario para saber adaptar su propuesta al producto del que dispone en una isla tan remota como Formentera. “Tenemos claro que debemos hacer cositas sencillas, con producto bueno, bien trabajado, bien elaborado y que dé un resultado perfecto”, sentencia.
De esta manera, de cocina salen platos como las deliciosas croquetas de sepia y calamar en su tinta con alioli de azafrán, las almejas en salsa marinera verde, el salpicón de langosta o la ensalada de burrata con tomate cherry, espinacas, aceituna y albahaca. Tampoco faltan en carta los arroces, como el elaborado con presa ibérica o el de carabineros y rape. O algún que otro fuera de carta, como su ensaladilla de jurel. “La idea es ir jugando con sugerencias e ir incorporando algunas de ellas a la carta poco a poco, según vayamos viendo cómo reaccionan los clientes”, aclara el chef. Para finalizar a lo grande, postres como su Explosión de lima, con toques cítricos que ayudan a refrescar, aún más si cabe, la experiencia sentados a la mesa.
Una oferta que se complementa al despertar: al desayuno bufé que cada mañana se despliega en el restaurante al aire libre, donde iniciar la jornada con los pies hundidos en la arena -porque sí, las mesas se hallan dispuestas sobre arena de playa traída exclusivamente como parte del diseño- es un verdadero festín a base de frutas y yogures, panes varios y cruasanes, quesos y todo tipo de charcutería, que se unen opciones a la carta como sus huevos benedictinos, la tosta de burratina o el bagel de guacamole. Todo ello disfrutado, claro, con la brisa del Mediterráneo, que se despliega a apenas unos metros de distancia, abrazando bien fuerte. Una absoluta explosión de estímulos con los que redondear una estancia de 10. ¿Alguien da más?
‘MAR SUITES FORMENTERA’ - Punta Prima, 89. Es Pujols, Illes Balears. Tel. 871 02 79 59.
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