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Molina de Aragón

Donde funciona la máquina del tiempo

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La nomenclatura del municipio, Molina de Aragón, ubicado sin embargo en territorio de Guadalajara, es un anticipo de que nos adentramos en un escenario que fue, siglos atrás, campo de disputa entre las coronas de Castilla y Aragón. Pasear por sus calles de su casco, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es como activar un túnel del tiempo. Podremos transitar por su barrio judío, de calles empedradas y rodeado de muralla, hasta llegar a la parte baja del castillo, el más grande de los que quedan actualmente en Guadalajara. En el castillo de Molina hay que distinguir dos zonas: la fortaleza rodeada de muralla y la llamada Torre de Aragón. La fortaleza, del siglo XII, fue construida por Manrique de Lara, primer señor de Molina. La Torre de Aragón se erigió sobre el castillo árabe, y éste sobre un castro celtíbero anterior. En la parte baja del castillo, unas excavaciones han sacado a la luz restos de una sinagoga, un lagar, una escuela talmúdica, un hospital y diferentes dependencias. La otra zona importante del municipio es el barrio de la morería, situado al otro lado del río que surca esta ciudad, el Gallo. El encargado de franquear el paso entre márgenes del río es el Puente Románico, sin duda uno de los grandes símbolos de la villa. Cuenta con tres arcos y destaca por el color rojizo de su piedra sillar. 

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