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Mil razones es su último disco, “ecléctico” como lo define la cantante, en el que Ana Torroja vuelve a sus orígenes, a la música electrónica versión siglo XXI. En él encontramos gratas colaboraciones como la de Alaska, con quien se marca un feliz dueto en Hora y cuarto, un tema retro y ochentero que las unirá por primera vez en el escenario. Será en las Noches del Botánico, en Madrid, el próximo 28 de julio dentro de su gira Volver, que comienza ya mismo en Barcelona después de casi año y medio de pandemia sin pisar un escenario.
¡¡¡Síííííííííí!!! Va a ser un momento histórico y, aunque me gustaría poder revivirlo en más ciudades, el hecho de que sea en Madrid, mi ciudad y también la de Alaska, hace que este encuentro encima del escenario sea aún más especial.
La llevaría a Córdoba, una ciudad llena de historia, con cuatro inscripciones en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco y que en el año 1000 era una de las ciudades más sofisticadas del mundo. Pero lo que más me gusta de Córdoba, y por eso llevaría a Alaska, es que guarda sus secretos para las personas curiosas que quieren ver más allá, como ella y como yo.
Cuando uno va de conciertos, tristemente, no tiene mucho tiempo de hacer turismo, pero aun así a veces me da para escaparme un ratito como por ejemplo en San Sebastián para disfrutar de la playa de la Concha y de esos pintxos deliciosos en la barra de algún bar. Barcelona y su Sagrada Familia. Córdoba y sus maravillas escondidas. Lugares como Segovia donde poder comer un cochinillo, Ávila y sus murallas, Toledo, Salamanca... Me encantan las ciudades pequeñas donde caminando descubres sus secretos.
Aunque vivo en México siempre vengo a España, al menos, una vez al año. Pero aún así echo de menos ese cielo de Madrid; el pasear por las calles del centro, ese sabor a barrio. Un buen cocido madrileño o un bocadillo de calamares en la Plaza Mayor, ese chocolate con churros de San Ginés o un buen jamón serrano de los que se te hace agua la boca. Un salmorejo cordobés, las berenjenas con miel en 'Casa Pepe de la Judería', en Córdoba, un atún de la Almadraba en 'El Campero' (2 Soles Guía Repsol 2021), en Barbate...
Le llevaría a pasear por el centro, por el Madrid de los Austrias a callejear. ¡Me encanta callejear!
Me encanta la playa de Espalmador, en Formentera. Aunque ya no es tan solitaria, conozco ese lugar desde los años 70 cuando era absolutamente virgen. Iba con mi familia y nos sentíamos como “Robinsones” porque estábamos completamente solos en la isla. La orilla era de color rosa por los trocitos de coral que quedaban en la arena. El istmo entre Espalmador y Formentera era una lengua de arena que podías cruzar andando. Me encantan los lugares vírgenes, solitarios, pura naturaleza.
Cantabria y los Picos de Europa. Como he dicho, me encanta la naturaleza y me encanta conocer los sitios a pie. Hice un viaje por los Picos de Europa caminando y conocí lugares espectaculares como Tresviso, en la comarca de Liébana. El camino desde Urdón hacia al pueblo es alucinante. La ruta pasa por el Desfiladero de La Hermida, una subida serpenteante que se asoma a unos acantilados y vistas que quitan la respiración. El pueblo es maravilloso y está rodeado de verde. Cuando llegué a Tresviso, un encantador pueblo de no más de 100 habitantes, me senté en un bar chiquito a disfrutar de una cecina y del delicioso queso picón de allí ¡qué quitaban el sentido!
'El Campero', en Barbate, es el mejor restaurante para probar el delicioso atún de la Almadraba. También destacado 'Las Tortillas de Gabino' (Recomendado Guía Repsol 2021), en Madrid. Y en Córdoba, para cenar y tomar algo en un entorno único en el barrio de la Judería, rodeado de naranjos y azahar con vistas a la ribera del Guadalquivir, está 'Fusión by Sojo' (Recomendado Guía Repsol 2021).
En 'El Campero', mis favoritos son la tostada de atún con trufa, que es una delicia, o el sashimi de ventresca. La verdad es que todo es de una calidad excelente. En 'Las Tortillas de Gabino', la ensaladilla de pimientos con ventresca y la tortilla de patatas chips con salmorejo son mis favoritos. Y en 'Fusión by Sojo', mis platos preferidos son el flamenquín de pluma ibérica y los huevos ecológicos camperos con jamón ibérico ¡Se me está haciendo la boca agua!
Depende. Me fijo mucho en la decoración y el cariño que ponen en los detalles. Si es en ciudad, que esté bien ubicado, bien insonorizado, que sea luminoso. Me gusta que tengan terraza o, al menos, que se puedan abrir las ventanas. Y si es en la playa o el campo, que tenga buenas vistas. Me encanta despertar viendo el mar o el verde del campo. Y si está alejado de la civilización, mejor. Eso sí, para mí que me paso la vida comiendo en habitaciones de hotel, es importante que tengan una buena oferta culinaria y room service. Buena limpieza y buen servicio. ¿Es mucho pedir?
El 'Hotel W Barcelona', en Barcelona, por sus vistas espectaculares. El 'Beach Hotel Dos Mares', en Tarifa, porque de tu habitación sales descalzo a pasear por la playa y en Madrid, el 'Gran Hotel Inglés', por su decoración, que mezcla el estilo urbano con los años 20 del siglo pasado, por su ubicación y encanto. Los tres tienen un excelente servicio y muy buena comida.
España es perfecta para viajar, coger el coche y que me lleve a descubrir lugares. Está llena de rincones maravillosos con historia y mucho encanto. Es un país con una diversidad y una oferta cultural y culinaria fuera de serie. Me has pedido una razón y te he dado varias pero ¡podría darte mil!
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