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Vilalba

Galicia a través de sus parroquias

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Ciudad de poetas y periodistas, de espíritu crítico e investigador, Vilalba cuenta con un patrimonio tan valioso que no se puede cuantificar. La iglesia parroquial de Santa María, por ejemplo, es el emblema de la villa. Con reconstrucciones a lo largo de los años, es hoy moderna y transgresora. El municipio tiene en sus parroquias una pequeña Galicia escondida. Los templos religiosos se reparten entre sus distintas pedanías. Como la Iglesia parroquial San Cosme de Nete, con una espadaña que alumbra en las noches oscuras con el sonido de las campanas. O la que nos lleva desde la carretera de Momán a Codesido, de blancura inmaculada. En Goiriz, el valor rural gallego se instala en la iglesia parroquial y en su pequeño cementerio, entre verdes praderas y apartados monumentos. El Camino de Santiago, por su parte, deja su impronta peregrina en una iglesia protectora de caminantes nocturnos, Santa María de Carballido. La Galicia combativa se esconde en un castillo casi milenario que conserva en su torre del Homenaje el recuerdo del antiguo castillo de los Andrade. Si hay un lugar en el que guardar el alma gallega sería en los pazos que la recorren, palacios propios que embellecen los montes de la comunidad como el que se encuentra en la capital de la villa, el Pazo de Penas-Corbeiras. La gastronomía de Vilalba nos deja tintes culinarios que añaden al tradicional marisco matices de caza, como el capón, tradicional en Navidad, o los excelentes quesos. Pero si su patrimonio y su sabor no fueran suficientes, esta villa lucense brilla en su idílico entorno. Bellísimas praderas de la Tierra Llana y corrientes de plata que dominan el paisaje y crean maravillosos entornos como las playas fluviales –la de la Magdalena– o espectaculares charcas como la del Alligal. En cuanto al cielo lucense, el horizonte de Vilalba se parte en dentadas montañas que configuran la Sierra de O Xistral o se ve corrompido por los montes que se elevan convirtiéndoles en miradores naturales como el Monseivane. Lugares donde Galicia descansa del bullicio de las ciudades. Lugares de Lugo que convierten el mundo gallego en pequeños universos aparte. En Vilalba encontramos la Galicia infinita.

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