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Santuario de Santa Eulalia de Bóveda

Lugo, Lugo

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¿Secretos? ¿Ritos prohibidos? ¿Exaltación a los dioses? Esas fueron las preguntas que se debieron de hacer en 1929 cuando descubrieron a Santa Eulalia de bóveda escondida entre sombras lucenses. Allí, bajo la atenta mirada de los siglos había permanecido callado un curioso templo que no parecía ni cristiano ni romano. Extraño, cuanto menos. Con una pequeña piscina en el centro, un techo abovedado con pinturas de pájaro y un arco de herradura a la entrada, este original entramado dejaba en el aire incógnitas de civilizaciones pasadas.
Investigadores y arqueólogos llegaron a la conclusión de que este lugar fue ocupado por los romanos para después ser cristianizado. Quizá durante la dominación del imperio fuera un lugar de baños o un templo dedicado a Priscialiano. No hay nada concreto, un mar de misterios que de nuevo se escondía en Lugo, en la ciudad encantada. Se cree que la piscina que ocupaba el centro de la estancia era utilizada para ritos de animales -Taurobolium-. Un tipo de culto que se vio prohibido con la llegada de los cristianos. Es entonces, cuando en la parte superior se instaló una capilla y la definitiva advocación a Santa Eulalia. Catorce kilómetros la separan del centro de Lugo, pero alberga todo el esplendor de la gran ciudad amurallada gallega. Con el tiempo y la belleza de este templo taponándonos los sentidos es difícil escuchar los secretos que nunca acabará de contar. Pero solo al atravesar su puerta se sienten los miles de años de antigüedad y los extraños sucesos que aún la impregnan.

Contacto

Localización

Santa Eulalia de Bóveda, 27233 Bóveda de Mera, Lugo