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Playa de La Paloma

Tapia de Casariego, Asturias

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Más rebelde que sus hermanas Penarronda o  Anguileiro, la playa de La Paloma es, como su propio nombre indica, volátil y naturista. Una línea de arena la distingue entre los tapices verdes que dan forma al paisaje asturiano de Tapia de Casariego para abrirse en 200 metros de arena blanca. Para que no se desmelene, La Paloma es custodiada por pequeños islotes que adquieren formas caprichosas cuando uno les observa demasiado rato.

En ellos rompen las olas, que albergan a los surfistas, pescadores o bañistas que siempre deben ir bien equipados ya que La Paloma no se preocupa en demasía de sus huéspedes, ofreciendo un paisaje agreste de verdes y azules, pero sin los servicios típicos de playas urbanas.

Aquellos amantes de lo imposible pueden acercarse a contemplar algunas de las preciosas aunque insubordinadas playas de Tapia de Casariego como Mixota, Las Poleas o El Figu. Alejadas de las comodidades que tienen Serantes, San Blas o Maleguas, pero con paisajes espectaculares.