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Rugido de motores, olor a gasolina… y muchas (y buenas) tapas. Jerez es una de las grandes citas anuales para los amantes de las dos ruedas, así que la ciudad acogerá en los próximos días a miles de almas sedientas de velocidad, pero también de las más genuinas propuestas gastro.
Si eres uno de los afortunados que verá de cerca cómo los mejores pilotos de motociclismo del mundo se baten sobre el asfalto, sigue nuestras pistas para disfrutar también de las horas fuera del circuito y toma buena nota de estos bares y lo que debes pedir en cada uno de ellos.
Empieza el recorrido disfrutando de productos de calidad y trazabilidad (muchos de los ingredientes son ecológicos) en el Mesón Hermanos Carrasco. Juan Manuel Carrasco crea platos ricos en sabor, curiosos en texturas y colores. Una mezcla que activará los cinco sentidos. Si vas, no te puedes perder la sopa de tomate, su tartar de atún y los mejillones a la brasa.
No puedes bajar al Sur, y menos a Jerez, y dejar de probar uno de los manjares de la zona: el pescaíto frito. El Bar Maty ofrece, según los jerezanos, la mejor fritura de chocos, boquerones, pijotas y salmonetes de la ciudad. Más aún en compañía de un fino de barril o una copa de cerveza.
En la céntrica calle peatonal de San Miguel está La Marea –un pequeño espacio regentado por Manuel González Almagro, por todos conocido como “El Chule” porque era tan delgado que recordaba a una chuletilla–, donde el marisco, fresquísimo, es ya su emblema. Tiene una barra con unas pocas mesas, además de una pequeña terraza. La bodega es profundamente local, con finos, amontillados y olorosos. Para salir con un máster en los vinos de la zona.
Fermín Anguita, quien hizo de su pasatiempo (la pesca) su negocio, lleva en El Bichero desde 2011, lugar especializado y conocido por su cocina marinera, procedente en gran medida de la lonja de Sanlúcar. Langostinos, mariscos y salmón marinado son tres de las recomendaciones que no te puedes saltar.
Muy cerca de El Bichero, en la calle San Pablo, hay un local que suma 82 años de historia y que sigue tan vigente como en 1934. Tabanco San Pablo reúne a comensales de los más diversos perfiles y edades, porque lo que allí importa es que en pleno siglo XXI un octogenario en plena forma sigue ofreciendo la mejor cocina tradicional gaditana. Si te van las tapas de guisos tradicionales este es tu lugar. Obligatoria la berza gaditana.
Hablando de clásicos, en Bar Las Bridas, dicen, encontramos la mejor ensaladilla de todo Jerez, y en Tendido 6, con sus paredes repletas de recuerdos e historia y parada obligada de toreros y aficionado a la Fiesta Nacional, no podemos dejar de pedir el ravioli de rabo de toro.
Termina la ruta en Val de Pepe, el gastrobar del cocinero Pepe Romero Valdespino y su mujer María Luisa Rodríguez, con una carta cargada de tapas y raciones. No puedes irte sin probar su tartar de atún con aguacate.
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