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El hotel pone telescopios a disposición de los clientes para observar el cielo estrellado.

12 hoteles para observar el ‘Eclipse del siglo’ en 2026

En primera línea para disfrutar el ‘Eclipse del Siglo’

Actualizado: 19/08/2025

El próximo 12 de agosto de 2026 se producirá el que muchos expertos han tenido a bien bautizar como el Eclipse del Siglo, un eclipse solar total que cegará la luz de la estrella por completo en una banda de 300 kilómetros de ancho que cruzará España. Apunta estos doce hoteles para observar el Eclipse del siglo y disfrutar de uno de los eventos astrales más importantes de la historia reciente.

La observación del cielo y las estrellas ha sido objeto de estudio y fascinación desde los albores de la humanidad. Incógnitas astrales que apenas han comenzado a resolverse hace unas décadas gracias al avance de la ciencia y la tecnología, que poco a poco han dado respuesta a preguntas que fueron planteadas por las primeras civilizaciones que dejaron legados astronómicos como la egipcia o los mayas.

La Vía Láctea desde el embalse de Ricobayo y el  Puente la Estrella.
La Vía Láctea desde el embalse de Ricobayo y el Puente la Estrella. Foto: Pablo Andrés

El próximo 12 de agosto de 2026 tendrá lugar uno de esos eventos que durante siglos despertaron malos augurios: un eclipse solar total. La interrupción de la luz de la estrella por la Luna cegará una franja de unos 300 kilómetros de ancho en varios puntos de España, con el punto álgido del eclipse alrededor de las 20:30 horas. Un momento mágico para el que nuestro país cuenta con una posición privilegiada y que dejará un recuerdo imborrable en la memoria de quienes puedan disfrutar de una escena que enlaza con los albores de la humanidad. Tal y como indica el Instituto Geográfico Nacional, el noroeste peninsular será un lugar privilegiado para la contemplación del fenómeno astral, aunque en la franja mediterránea y en las Islas Baleares también gozarán de una estampa idílica al corresponder con la hora del atardecer. Aquí dejamos un listado con doce hoteles para observar el Eclipse del siglo de la forma más cómoda y placentera:

1. ‘Hotel Faro Lariño’ (Carnota, A Coruña)

En la enigmática Costa da Morte, el ‘Hotel Faro Lariño’ se alza como un faro de calma, el viejo centinela de 1913 que ha dejó su función de guía marítima para albergar uno de los hoteles más encantadores del litoral coruñes. Aquí, el tiempo se mide en mareas y cada una de sus nueve habitaciones, bautizadas con nombres como Bruma o Mar Picado, resulta un santuario diseñado para la desconexión total. El eco de los naufragios que tanta fama ha granjeado a la Costa da Morte durante siglos ha dejado paso al sugerente sonido de las olas, que acompaña a sus huéspedes durante toda la estancia. Bajo este espíritu de slow life, el hotel también ofrece una experiencia gastronómica con ‘La Taberna El Ariete’ (Solete Guía Repsol), en el que su cocina, anclada en el recetario y el producto gallego rinde culto a la tierra en la que se asienta. Pocos lugares pueden ofrecer este aura de placidez de cara a la observación del Eclipse del Siglo sobre el Atlántico.

Hotel Faro de Lariño puesta de sol

Una mágica puesta de sol desde la terraza del hotel 'Faro Lariño'. Foto: Adrián Baúlde

2. ‘Hotel Quinta de San Francisco’ (Castrojeriz, Burgos)

La 'Quinta de San Francisco' se erige como una parada obligatoria para el peregrino que transita el Camino Francés o quien quiera descubrir las particularidades de la comarca de Odra-Pisuerga. Aquí no hay lujos superfluos, ya que en este hotel rural se prioriza el descanso genuino. En sus 20 estancias de aire conventual no hay sitio para televisores ni minibares, solo para la paz, el silencio y la profunda quietud que sana el alma. Su jardín, de 15.000 metros cuadrados, es un auténtico edén regado por el río Garbanzuelo, que transmite la calma del campo burgalés a cada rincón. Además, este alojamiento es un ejemplo de sostenibilidad y compromiso con el entorno, con una filosofía que abarca desde sus placas solares hasta su huerto ecológico. Su zona de bienestar, pensada para revitalizar los cuerpos cansados por la ruta jacobea con saunas y duchas de contraste, demuestra su conexión con las necesidades del peregrino. Un hotel que no solo acoge, sino que nutre el cuerpo y el espíritu del viajero y que ofrece uno de los cielos más limpios del país.

Parte de las habitaciones cuentan con una pequeña terraza con vistas al jardín.

Desde el jardín se tendrá una perspectiva privilegiada del 'Eclipse del Siglo'. Foto: Alfredo Cáliz

3. ‘Hotel Palacio de Canedo’ (Canedo, León)

Al ‘Palacio de Canedo’ se le ha tenido a bien llamar "biblioteca de manjares bercianos", ya que es un monumento vivo a la pasión de su propietario, José Luis Prada. Esta casona señorial de 1730, declarada Bien de Interés Cultural, se alza majestuosa entre viñedos ecológicos de mencía y godello, como guardiana de las tradiciones del Bierzo. El espíritu de Prada, un visionario que ha dedicado su vida a preservar y promover el patrimonio de su tierra, impregna cada rincón del palacio, convirtiéndolo en una experiencia sensorial y cultural única. Sus habitaciones rinden homenaje a la novela romántica El señor de Bembibre, escrita en 1844 por Enrique Gil y Carrasco y que transcurre en la icónica villa de Villafranca del Bierzo, y su restaurante se convierte en un templo de la gastronomía leonesa, con la cecina y el botillo como estrellas, reflejando la voluntad y compromiso del propietario con la comarca.

Palacio de Canedo apertura verja

En el Bierzo, donde se ubica el hotel, se disfrutará del eclipse total. Foto: Miguel Cuesta

4. ‘Posada Priorato del Val’ (Villacibio, Palencia)

En la discreta Palencia, la ‘Posada Priorato del Val’ es una joya escondida que ha resurgido de las ruinas de un antiguo priorato. Gracias al empeño de su propietaria, Icíar, este lugar ha sido transformado en un refugio de sosiego y recogimiento. Sus siete habitaciones, lejos de la uniformidad de las grandes cadenas, son un mosaico de estilos y personalidades, cada una un rincón único que invita al descanso. La piedra original y la madera dialogan con el cristal en una danza arquitectónica que crea un ambiente de paz. Pero la posada es mucho más que un remanso de tranquilidad. Su elemento más sorprendente es la audaz fusión cultural que propone. En su interior, los masajes japoneses y las ceremonias del té conviven en perfecta armonía con el románico palentino que rodea el hotel. Esta exótica combinación ofrece una experiencia de contraste única en el corazón de Castilla, un lugar donde la tradición se abre a las influencias orientales.

Interior del Hotel Posada Priorato de Val, Villacibio

El interior del hotel aún recuerda su pasado como refugio de cazadores. Foto: José García

5. ‘Hotel Castilla Termal’ (Burgo de Osma, Soria)

El 'Hotel Castilla Termal' ha logrado una proeza arquitectónica en Burgo de Osma: resucitar la antigua universidad de Santa Catalina para convertirla en un templo de bienestar. El claustro renacentista ha sido cubierto con una espectacular claraboya de cristal, inundando de luz natural el corazón del hotel y permitiendo a los huéspedes disfrutar de la historia en un espacio atemporal y moderno. Sin embargo, es en las entrañas de este hotel donde se encuentran las verdaderas joyas del alojamiento: su circuito termal en el que se ha recreado la ermita de San Baudelio. Un viaje sensorial donde las aguas mineromedicinales del manantial de Santa Catalina se convierten en un bálsamo para quienes se alojan. A nivel gastronómico, el chef Manuel Terán desarrolla una cocina que fusiona la tradición soriana con técnicas de vanguardia, creando una sinfonía de sabores y texturas. El hotel no solo restaura el edificio, sino también el cuerpo de quienes lo visitan.

Castilla Termal pareja en spa

Un buen baño reparador tras disfrutar de la astronomía. Foto: Miguel Cuesta

6. ‘Hotel Puente Colgante' (Portugalete, Bilbao)

A los pies del emblemático Puente Colgante, el hotel que lleva su nombre es una cápsula del tiempo con un corazón vasco-cubano. El edificio, una joya de 1871, evoca un pasado de indianos y fortuna en La Habana. La decoración, a cargo del Lázaro Estudio, es una audaz mezcla de papeles victorianos y motivos tropicales, con una paleta de colores vibrantes que transporta al huésped a otro siglo y a otro continente. La Sala Cronwell, inspirada en los locales clandestinos de la Cuba de los años 30, es el lugar perfecto para saborear un cóctel de autor mientras la historia se palpa en el aire. La gastronomía es el otro pilar de este singular hotel. Bajo la batuta de la chef Zuriñe García, el restaurante 'Txakolí de El Paladar' (Solete) recupera la esencia de la cocina tradicional vasca en pleno Portugalete. El ‘Puente Colgante’, además de ofrecer un descanso incomparable en la provincia, sirve de lazo para contar la historia de dos mundos.

Puente Colgante de Portugalete

El Puente Colgante siempre es un gran aliado del cielo en Portugalete. Foto: Sofía Moro

7. ‘Hotel Torre de Galizano’ (Galizano, Cantabria)

El empeño de los hermanos Marcos y Javier Marañón por convertir un palacete de indianos de 1872 en un estandarte de la sostenibilidad y el buen comer ha dado como resultado el ‘Hotel Gastronómico Torre de Galizano’. Un compromiso con la hostelería bien entendida, ya que ofrece en cada una de sus 21 habitaciones un jacuzzi circular que invita al descanso y la relajación, también ha sido extendido al plano de la sostenibilidad, con la geotermia como energía que abastece al inmueble y reduce el consumo energético, además de la reutilización de materiales antiguos en su rehabilitación, muestran su profundo respeto por el entorno. La verdadera estrella del hotel es su propuesta gastronómica, liderada por el chef Javier Marañón, formado con los grandes de la cocina española. La Torre by Marañón (Recomendado Guía Repsol) es el restaurante de autor que se nutre de la proximidad y la temporada, reinterpretando recetas tradicionales con una visión moderna.

Ribamontán al Mar surf

¿Qué mejor lugar para ver el fenómeno que una playa cantábrica? Foto: Sara Castaño

8. ‘Hotel Rural Mas de Cebrián’ (Puertomingalvo, Teruel)

En plena Sierra de Gúdar, el ‘Hotel Rural Mas de Cebrián’ es un sueño hecho realidad, un oasis de calma en Puertomingalvo. Su distinción principal y lo que lo convierte en un destino único, es su firme apuesta por el "astroturismo", ideal para disfrutar del Eclipse del Siglo que se producirá el próximo 12 de agosto de 2026. Con la prestigiosa certificación Starlight, el hotel ha diseñado su iluminación para minimizar la contaminación lumínica y ofrece a sus huéspedes telescopios para que se sumerjan en la inmensidad de un cielo nocturno de pureza inigualable. Sus doce habitaciones son amplias y serenas, cada una nombrada en honor a un pueblo cercano, con detalles tan cautivadores como estufas de leña y bañeras dobles en el centro. El diseño del hotel, que combina la piedra original de la masía con una gran claraboya que inunda de luz los espacios comunes, crea un ambiente de paz y reconexión.

Una enorme claraboya inunda de luz natural las zonas comunes.

La fascinación astrnómica se cuela al interior de 'Mas de Cebrían'. Foto: Aránzazu Navarro

9. ‘Hotel Voramar’ (Benicàssim, Castellón)

El ‘Voramar’ de Benicàssim lleva casi un siglo resistiendo al olvido en una de las zonas más turísticas de España, que hay que remontarse hasta 1929 para encontrar sus inicios como casa de baños y restaurante. Un legado que se refleja en la fachada clásica del hotel, que ha sido testigo de la historia valenciana del siglo XX y ha logrado mantenerse joven sin perder su esencia. Sus habitaciones, luminosas y acogedoras, y sus terrazas con vistas al mar o la montaña, son un bálsamo para el alma. El ‘Voramar’ no busca el lujo ostentoso, sino una hospitalidad honesta y accesible que lo ha convertido en un lugar emblemático para generaciones. La verdadera alma del hotel reside en la conexión emocional de sus propietarios, una familia que ha sabido gestionar el negocio con un profundo respeto por el pasado y una visión de futuro sostenible. Este compromiso se refleja en cada detalle, desde su cocina y terraza (Solete Guía Repsol), hasta su silueta clásica que se alza majestuosa en la Playa de las Villas.

Fachada principal del hotel Voramar de Benicasim (Castellón)

El hotel Voramar, en la playa de las Villas de Benicàssim. Foto: Antonio Portillo

10. ‘Hotel Tancat de Codorníu’ (Alcanar, Tarragona)

El 'Tancat de Codorníu' es un oasis escondido entre naranjos, un refugio de 40.000 metros cuadrados en Les Cases d'Alcanar que invita a la desconexión total. Su historia, ligada a la fascinación del rey Alfonso XII por la propiedad, le otorga un aura de exclusividad. Con apenas ocho habitaciones, el hotel se diferencia por ofrecer suites de gran tamaño, equipadas con hidromasaje y, en algunos casos, sauna, creando un espacio de intimidad y lujo discreto. El hotel se ha consolidado como un destino para la celebración de bodas, aprovechando la tranquilidad y la amplitud de sus jardines para ofrecer un ambiente único. Su restaurante 'Citrus del Tancat' (Un Sol) y el espectacular zumo de naranja del desayuno, son un reflejo de su compromiso con la calidad.

Hotel Tancat de Codorniu. Exteriores

El hotel cuenta con dos piscinas, naranjos, restaurante y cielos despejados. Foto: Xavier Torres-Bachetta

11. ‘Hotel Palma Riad’ (Palma, Mallorca)

En el corazón del casco antiguo de Palma, el ‘Palma Riad’ es un audaz y sensual adults only que ha importado la magia de los icónicos riads marroquíes. El hotel, diseñado por Pablo Peyra, es una oda al hedonismo y a la intimidad, con un patio interior como corazón palpitante. En sus once suites, cada una con su propio carácter, el negro de las paredes y una iluminación cuidadosamente regulada crean una atmósfera de misterio y seducción. Muebles asiáticos antiguos y tejidos de lujo completan un diseño que rompe con lo convencional. Los detalles son una obsesión: productos de baño en frascos morunos, televisiones camufladas en espejos y borlas de colores que indican la privacidad. Más allá del alojamiento, el 'Palma Riad' se ha convertido en un punto de encuentro para la noche palmesana con un cocktail bar abierto al público.

Hotel Palma Riad Rest. Morokko Mallorca patio

Al igual que en los 'riads' marroquíes, las casonas de Palma se articulan alrededor del patio. Foto: Javier Fernández Ortega

12. ‘Hotel Mar Suites Formentera’ (Formentera)

El ‘Hotel Mar Suites Formentera’ es un hotel boutique que se imbuye de calma en la codiciada localidad de Es Pujols. Su propia arquitectura, que utiliza materiales naturales como la madera, el lino y el yute, y una paleta de colores neutros, muestra esa voluntad de transmitir tranquilidad a cada paso al integrarse a la perfección en el paisaje de la isla. Sus espacios comunes, ya que se trata de un alojamiento totalmente exterior, y sus 31 suites garantizan un descanso balear idílico en el que no faltan lujos íntimos como piscinas privadas en la planta baja o jacuzzis en la azotea. Su propuesta de bienestar, con masajes y sesiones de yoga, invita a la desconexión total.

Mar Suites Formentera patio

Al ser totalmente exterior, los cielos se aprecian en todo el hotel. Foto: Cristina Candel

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