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Marmolejo

Costumbrismo en torno a un balneario

Pequeño pueblo a orillas del Guadalquivir, en la campiña norte jienense, en la frontera con Córdoba. Así se presenta Marmolejo, bordeado por Sierra Morena a un lado y por los campos de cultivo a otro. Presume de huerta y de balneario, rodeado de hermosos jardines (con una estatua que representa a la diosa Higea), junto al renacentista Puente de San Bartolomé. Sus aguas fueron declaradas minero-medicinales en 1869 y se convirtieron en reclamo de visitantes durante la primera mitad del siglo XX, cuando la localidad llegó a tener más de 10 hoteles, 50 casas de huéspedes y el primer tranvía de sangre (tirado por caballos o mulas) de la provincia.

El Castillo de la Aragonesa (de finales del XIII o principios del XIV), la pequeña Ermita del Santo Cristo y la de Nuestro Padre Jesús, de origen barroco, o la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Paz (del siglo XIV aunque su aspecto actual es fruto de la reforma realizada a finales del XIX) alternan con espacios emblemáticos y populares como La esquina de los Solises (en honor al Bazar Solís, que se encuentra en este lugar) o el Paseo de la Libertad, zona verde y de recreo.

 

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