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Onís

Refugio de pastores

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Estaba volando. El halcón decidió atravesar el parque nacional de los Picos de Europa en Onís. Desde las alturas vio corzos y rebecos (animales parecidos a las cabras) en las laderas de las montañas de este agreste y húmedo espacio natural protegido. Más tarde, siguió su camino y, a vista de pájaro, vio a unos senderistas realizando la ruta del Casaño. Luego, salió de sus estribaciones. Dentro del municipio de Onís, observó a unos niños jugando en los alrededores de la torre Sirviella del siglo XVI. Dejaban pasar el tiempo. El pájaro en su viaje se posó, más tarde, en el campanario para admirar la iglesia de Santa Eulalia y en algunos palacios y casonas asturianas como la de "los Valles", en Benia de Onís. Además de ver, el halcón pudo oler e incluso saborear. En esta comarca se elabora el Gamonéu, un queso ligeramente ahumado de gran calidad. Por otro lado, la labor agrícola queda reconocida en fiestas como la del Segador. Es por ello, que la vida tradicional se funde con la Naturaleza como si fuera pura poesía. Onís es una mirada, un vuelo desde las alturas a través de los ojos de las montañas.