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Ermita del humilladero

Guadalupe, Cáceres

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Es parada obligatoria para los peregrinos que se acercan al Real Monasterio de Santa María de Guadalupe y para los senderistas que la encuentran cuando caminan por alguna de tres rutas que la rodean. Fue construida como un rincón para la oración y el entorno que la rodea facilita el propósito. Se encuentra en lo alto del cerro de las Altamiras y resiste en pie desde el siglo XV, ofreciendo una inigualable panorámica del casco urbano. 

Sus formas mudéjares, siguen las mismas normas de contrucción que el impresionante templete que preside el patio de los Milagros del monasterio de Santa María de Guadalupe. Es la última parada antes de llegar al recinto y, ese parecido, anuncia a los viajeros la visión de las maravillas que alberga el santuario al que están a punto de llegar. Los peregrinos paraban aquí para orar bajo la gran bóveda de crucería y, puede, que a deleitarse en la contemplación del paisaje a través del marco que ofrecen los arcos de las ventanas góticas. Hasta aquí llegó Cervantes portando las pesadas cadenas que le mantuvieron preso tras la batalla de Argel, antes de depositarlas en el Monasterio.

Localización

Ermita del Humilladero, 10140, Cáceres