Molinos de Costa Da Égua

Carral, Coruña, A

Qué ver

Ellos no tienen aspas que jueguen con el viento. Pero, ¡eh!, no son menos molinos por esto. Y es que a ellos siempre se les dio mejor el agua. Catorce molinos se unen en una cordillera de roca que los orilla al borde del Abelleira, como un ejército del río en medio de la selva. Desafiando en paisaje a sus hermanos de viento (en la Mancha), están ocultos por la vegetación gallega, creando misteriosos paisajes que hay que recorrer a pie, con cuidado de no tropezar por las trampas del terreno boscoso irregular. Si nos decidimos ir a recorrerlos encontraremos la capilla de San Pedro de Rubiero, y un precioso merendero muy cercano a un mirador, donde descansar las piernas y la vista. Aunque será difícil (pero no imposible) robarle fotografías a los molinos que se funden con el agua, con la que trabajaban codo a codo desde el siglo XVIII para moler el cereal que componía el famoso pan del Carral, ya que sus senderos hacen difícil el camino sin mirar al suelo. Aunque ya se encuentran en desuso y no existe el generador hidroeléctrico que antes los apoyaba, su mampostería aguarda, bien erguida, los techos de una sola agua y con ellos, el paso del tiempo.

Para visitarlos se puede ir por libre o ponerse en contacto con el Concello para concertar una visita guiada desde el Ecomuseo, a través de la que se indagará en la historia del lugar.