Embalse de la Tranquera

Nuévalos, Zaragoza

Qué ver

Madrugar, ver amanecer mientras tomamos un buen café en una de las casas rurales de Nuévalos (Zaragoza). Preparados y habiendo cogido todos los aparejos de pesca, nos ponemos en marcha y nos dirigimos hacia el precioso embalse de la Tranquera. Bañado por las transparentes aguas del río Piedra, recorridas por multitud de truchas y carpas, nos disponemos a plantar nuestra caña, mientras disfrutamos de este precioso paisaje que rodea la montaña del Espolón. A la espera de que nuestro cebo haga su efecto, contemplamos sus imponentes 536 hectáreas y nos disponemos a dar un grato paseo, acompañados por la brisa del cierzo. Durante nuestra caminata vemos cómo los patos cuchara, garzas, ranas y lagartijas, conviven en este paisaje en el que el ser humano también ha querido dejar su huella ubicando algunos hoteles, restaurantes y un agradable camping donde poder pasar un día en plena Naturaleza aragonesa. Embriagado por el precioso entorno y, como buenos amantes de la fotografía que somos, sacamos nuestra cámara de la mochila y le ponemos un gran angular para intentar inmortalizar la belleza que desprende. Se mueve la caña y algo pica. “¡Es una trucha arcoíris, y además enorme!” Orgullosos y satisfechos con nuestra adquisición, nos vamos a casa para preparar una espectacular cena pescada en este precioso embalse.