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Mirador de San Roque

Oseja de Sajambre, León

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La niña pregunta ¿cuándo llegamos? La sinuosa carretera del puerto de El Pontón se le va haciendo interminable a la pequeña. Ya queda poco, acabamos de pasar por la Fuente del Infierno, así que para Oseja de Sajambre no queda prácticamente nada, responde la madre. ¿La Fuente del infierno? Qué miedo ¿no? responde la pequeña. La madre le explica que ahí es donde nace el río Sella y que no tiene que tener temor, que allí no hay demonio ni nada. Solo agua que brota, primero tímida y luego con más brío, y que a fuerza de correr ha excavado el desfiladero de los Beyos que, según dicen, es impresionante. Paran el coche poco después del breve túnel de Verrunde. En un ensanche de la carretera a mano izquierda hay un mirador. Al salir del coche y asomarse se hace el silencio. El paisaje es simplemente espectacular. Del rojo al verde pasando por naranjas, ocres, dorados y amarillos, el otoño ha decidido utilizar toda la paleta de colores posibles. Hayas, matorrales, riscos, musgo y, claro, Oseja también reclamando la atención de los viajeros. Cuando sus ojos logran despegarse de la vegetación se dan de bruces con la Pica Ten. No, no es un engaño ni una cámara oculta, existe la montaña perfecta.

Localización

43.12982, -5.031941