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Pequeñas grandes joyas arquitectónicas del Camino de Santiago
El municipio de Gradefes lo componen 19 localidades ubicadas a orillas del Esla, a los pocos kilómetros de abandonar sus aguas las montañas del noreste leonés. La presencia de uno de los afluentes más importantes del Duero ha sido determinante en la historia de la zona: sus aguas han facilitado los asentamientos desde la época prerromana, centrando su actividad económica en la agricultura, la ganadería y la pesca.
De todos los elementos patrimoniales del municipio, que son muchos y de diversas épocas, destacan la extraordinaria herencia de las órdenes religiosas en forma de iglesias y monasterios nacidas en el Camino de Santiago. Cuatro son los edificios declarados Bien de Interés Cultural en el municipio, extraordinarias muestras de arquitectura religiosa: San Miguel de Escalada, una de las más bellas muestras de arquitectura mozárabe de la península, una pequeña iglesia del siglo X construida sobre otra visigótica anterior destruida en la invasión árabe. Se reutilizaron algunos de sus materiales junto con otros de época romana, como los fustes de las columnas de su espectacular pórtico de arcos de herradura; Santa María la Real de Gradefes, monasterio que comenzó a construirse en el siglo XII por la cabecera hasta el crucero. Durante los siglos XIII y XIV continúa su construcción en el estilo gótico. Por último, y ya en el XVII, se levanta el coro a los pies del templo. Consta de tres naves y una impresionante girola de cinco ábsides y 3 capillas absidales. La iglesia está presidida por una imagen de Nª Sª de Gradefes, del siglo XIII. Al mantener su esquema arquitectónico sin retablo, es una de las pocas cabeceras románicas que se pueden ver en su totalidad de estas características. Su entrada a la sala capitular, con siete arcos de bellos capiteles tallados sobre columnas dobles y triples, es una de las partes más llamativas de este convento de monjas cistercienses. Abre todos los días del año; San Pedro de Eslonza, monasterio fundado en el siglo X, cuya historia se ha caracterizado por diversos avatares que finalmente llevaron al mismo a la ruina. Tras ser arrasado a los pocos años de su construcción en una invasión sarracena, la reina Urraca de Zamora lo restaura en 1099. El paso de los siglos lleva al mismo a un nuevo estado ruinoso, por lo que es reconstruido en el siglo XVI, dándole tres nuevas puertas renacentistas. El monasterio tiene actividad hasta mediados del XIX. Hoy, su portada principal se conserva en la iglesia de San Pedro de Renueva, en la ciudad de León; y la iglesia de la Asunción de Villarmún, pequeño templo de transición mozárabe-románica del siglo XII.
Otras iglesias, como la de la Asunción de Nuestra Señora, en Rueda del Almirante, y la fuente romana, en la misma localidad, también merecen una visita.
/age__01DSC7967.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "La pasión que se convirtió en obsesión")
