Pantano de Isabel II

Níjar, Almería

Qué ver

Podemos ir de merendola por los aledaños del Pantano de Isabel II y observar, no solo el paisaje agreste de la zona, sino ver la estructura de este patrimonio hidráulico de Níjar y Almería. A unos 7 kilómetros del casco urbano nos hemos de desviar por la carretera de Lucainena de las Torres cogiendo el desvío a la derecha que nos conduce por el lecho de la rambla que nos lleva hasta el pantano. Con las señalizaciones no tenemos pérdida. En su día se pretendía aprovechar el régimen irregular de los ríos y las aguas de las ramblas de Carrizalejo y de la Añoreta, a la vez que se intentó recuperar un terreno deforestado con la presa.

Infraestructura hidráulica construida entre 1842 y 1850 con materiales de mampostería de cal, para el interior; y sillerías caliza, para el exterior, extraídas de la cantera situada en las inmediaciones. Es característico de esta presa el paramento vertical aguas arriba; y escalonado, el de aguas abajo, además de los aliviaderos de superficie y el imprescindible desagüe de fondo para evitar los aterramientos producidos por lo deforestado del terreno, sin faltar la garita y el edificio para los accionistas. Poco pudo usarse esta presa, pues en 1861 ya estaba anegada de fango consecuencia del arrastre producido por las aguas torrenciales caídas en el terreno deforestado donde fue construida. Puede que ello propiciara un siglo después el aprovechamiento del cultivo mediante invernaderos por parte de los pobladores de las pedanías de Campohermoso, Puebloblanco, San Isidro y Atochares.