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Faro de Cabo Touriñán

Muxía, Coruña, A

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Al final del verano, cuando ya se nota que los días empiezan a acortarse, el deseo del común de los mortales es el de aprovechar el último rayo de sol sobre tierra. Tanto no, pero en el término municipal de Muxía sí es posible aprovechar el último que ilumina la península ibérica. Y ese, cae sobre el cabo Touriñan, en la parroquia del mismo nombre. Allí se inauguró un faro en el famoso año de 1898  para evitar tantos naufragios como se producían en la Costa da Morte. A principios de los 80 sería sustituido por un nuevo faro más moderno y más potente, con un radio de iluminación de 23 millas. Bendito faro porque, incluso en esos últimos días del estío en los que el mar no se ha llegado a embravecer del todo, el panorama que se avista desde este espectacular paraje del litoral coruñés impresiona por lo bravo. El agua golpea la roca granítica que adquiere las más raras formas. En cuanto al viento, parece soplar desde los cuatro puntos cardinales. Si no estuviera hecho de hormigón, puede que hasta el faro temblara con su bufido. La que sí se mueve con fuerza es la abundante vegetación de brezos y tojos que alfombra esta especie de península que se adentra en el mar. El que no se aventure a asomarse al cabo Touriñán no podrá decir que ha visto 'hablar' al mar.

Localización

Faro Touriñán, 15124 Muxía, La Coruña