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Murallas de Almazán

Almazán, Soria

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No es casualidad que el nombre de Almazán significase en árabe "el fortificado". Desde tiempos musulmanes, la localidad estuvo amurallada, primero por los adobes árabes y después por los cristianos, que se pueden admirar al lado del río Duero y por todo el casco histórico del municipio. Un tranquilo paseo que empieza en la plaza de San Vicente lleva por el contorno de estas paredes de más de 10 metros, que protegían al pueblo de los ataques de sus enemigos. Su escasa altura en la zona es debido a la defensa natural que otorga la cuenca del río, una colina empinada que impide llegar a la zona amurallada. Tres entradas han sobrevivido al paso del tiempo. La Puerta de la Villa llama la atención por su torre con el reloj municipal. La Puerta de Herreros se muestra imbatible con sus torres cilíndricas. Por último, la Puerta del Mercado, un doble portón que permitía la llegada de los carromatos que venían a comerciar desde las localidades cercanas; impone por el tamaño de sus torres defensivas, cuadradas, que invitan a los enemigos a no acercarse demasiado.

Contacto

Localización

Plaza de San Vicente, Almazán