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Playa de Port Bo

Palafrugell, Girona/Gerona

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Blancas casitas la rodean, la vegetación monta su propia estampa, y la zona de fondeo se prolonga por debajo de sus aguas de ocupación alta y oleaje moderado. No transcurre ningún 1 de julio sin que en los márgenes de esta playa, acaparadora de postales, se congregue la muchedumbre para subirse a barcas, escuche melodías a la luz de cientos de hogueras y celebre la festividad veraniega más conocida de la localidad: las "cantada de habaneras de Calella". Santo y seña emblemática de estas festividades, esta playa es también un espacio protegido. Cientos de barcas se bambolean varadas sobre su arena dorada y de granos gruesos, mientras el canto de los arrecifes rocosos que también hacen de ecuador entre playa y mar, nos envuelve.